Yarmolenko, el extremo que quiso fichar Mou para el Madrid
El ucraniano se mide a los blancos. En febrero de 2013, Rui Faria y Karanka viajaron a Sevilla para hacer un informe con vistas a incorporarlo ese verano. La marcha del técnico lo evitó
Andriy Mykolayovych Yarmolenko (23-10-1989) nació en San Petersburgo por casualidad. A su madre le ofrecieron un trabajo en la ciudad del norte de la URSS. Para allí marchó y daría luz a Andryi. Su padre se reuniría tiempo más tarde con ellos. Eran los últimos días de la antigua Unión Soviética cuando el joven Andriy vino al mundo. Con pocos años de edad, sus padres, naturales de la ciudad de Chernihiv, regresaron a dicha ciudad. Allí crecería el joven Yarmolenko y donde empezaría a formarse como jugador. Con 13 años de edad ingresó en las categorías inferiores del Dinamo de Kiev. Aunque sus comienzos no fueron nada fáciles: al concluir su primera temporada, regresó a Chernihiv, incapaz de soportar las duras y exigentes pruebas de la formación física.
Pero poco a poco fue adaptándose a los problemas que le fueron surgiendo. En 2007, llegó a la primera plantilla del Dinamo. Pronto le denominaron como el Nuevo Sheva: su potencia en carerra, su habilidad en dribblings y regates, su querencia cara a la portería rival… Él, sin embargo, lo tenía claro: “Me gustaba más Blokhin. Era más como yo. Un jugador que entraba por banda y podía ser perpendicular cara a la portería rival”. Ahí cimentaría una carrera que le llevó a ser observado por los grandes de Europa. Uno de los primeros en fijarse en sus evoluciones fue José Mourinho cuando militaba en el Real Madrid. El técnico hizo que dos de sus hombres de confianza, Rui Faria y Aitor Karanka, fuesen a Sevilla en febrero de 2013 para presenciar un amistoso entre la selección ucraniana y la de noruega en el estadio Olímpico. El Dinamo, una vez sabido el interés del entrenador madridista, se descolgó pidiendo 22 millones de euros por su traspaso. Ese mismo año, Mourinho abandonaba la disciplina blanca, evitando cualquier posible fichaje.
Sin embargo, ése fue su punto de inflexión en el panorama futbolístico. Otros grandes equipos se fijaron en él: Bayern, Liverpool, Roma. Incluso el Valencia y el Barcelona se mostraron interesados en él. Pero se encontraron con la negativa del equipo de Kiev de no venderle por menos de 25 euros. Pero en octubre de 2015, un turbio incidente le estancaría: en un derbi entre el Dinamo de Kiev y el Shakhtar Donetsk, cometió una durísima entrada sobre Stepanenko. Tras el partido ambos hicieron las paces, pero en abril de 2016, un gesto de Stepanenko (se besó el escudo del Shakhtar delante de la afición de Kiev tras ganar 3-0), provocó una pelea tumultuosa, en la que el propio Yarmolenko agredió a Stepanenko, con puñetazos y patadas.
Este año se ha convertido en nuevo jugador del Borussia Dortmund tras previo pago de 25 millones de euros... aunque estuvo a punto de irse al traste: el jugador anunció su traspaso vía Twitter antes de que se hubiese producido, algo que molestó a los dos equipos. Su debut en Champions no pudo ser mejor: marcó el único tanto del conjunto borusser en Wembley. Un perfecto disparo con efecto que batió a Lloris. Ahora le espera el Real Madrid, el equipo que primero puso sus ojos en él gracias a Mourinho.