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DANONE NATIONS CUP | COLOQUIO

"Para un niño es preferible una hora más semanal de actividad física que de matemáticas”

Lete, Blanco, Guerrero, Romero y Bosch analizaron en AS el estado del fútbol base. Imparable crecimiento del sector femenino.

Madrid
Pablo Blanco, Lola Romero, José Ramón Lete, Carlos Bosch, Julen Guerrero y Víctor Charneco, a la izquierda; Tomás Roncero, Héctor Martínez, Alfredo Relaño, Juan Cantón, Javier Gómez Matallanas y Aritz Gabilondo, a la derecha.
Pablo Blanco, Lola Romero, José Ramón Lete, Carlos Bosch, Julen Guerrero y Víctor Charneco, a la izquierda; Tomás Roncero, Héctor Martínez, Alfredo Relaño, Juan Cantón, Javier Gómez Matallanas y Aritz Gabilondo, a la derecha.PEPE ANDRESDIARIO AS

Pocas horas después de que la Sub-21 lograra el billete para la final de la Eurocopa y pasados apenas tres días desde que la Selección femenina de baloncesto conquistara el título europeo, AS reúne a varios agentes destacados de nuestro deporte base. José Ramón Lete, presidente del CSD; Pablo Blanco, coordinador de la cantera del Sevilla; Lola Romero, directora de la sección femenina del Atlético; Julen Guerrero, exjugador y comentarista; y Carlos Bosch, director de medios de Danone y coordinador de la DNC, debaten y examinan la formación deportiva en España.

Impulsados por Danone y su Nations Cup alevín, con la que colabora este diario, el objetivo es hablar sobre las raíces de la actividad deportiva en España, todo aquello que rodea a los niños a la hora de practicar deporte, sean chicos o chicas, bajo el título Fútbol base: herramienta educativa y de transformación social. “El deporte debe ser una herramienta educativa para transformar la sociedad y promover los valores. Por eso no vale ganar a cualquier precio. El fútbol te enseña a ganar pero también a perder”, introduce Lete, preocupado por los incidentes que se vienen produciendo últimamente en el fútbol base: “Son sólo un 2% entre los miles de partidos que se juegan cada fin de semana, pero generan conmoción social”.

El asunto de los padres (protagonistas, lamentablemente, de muchos de estos altercados) preocupa especialmente a los involucrados. “Tratamos de educarlos, no de demonizarlos. Tenemos una escuela de padres creada para ellos”, cuenta Blanco. “Les inculcamos que gestionen el futuro de sus hijos y les hagan ver que pueden ser abogados o médicos, porque ser futbolistas es difícil”. Lete va más allá: “Existen talentos desaprovechados por la presión de los padres. Pasa en deportes individuales. Por supuesto también en el fútbol: de un millón de licencias actuales llegan muy pocos al profesionalismo”.

En el lado opuesto, el de las buenas noticias, está el asentamiento del fútbol femenino, pese a que, según Lete, el número de licencias es aún de “sólo un 10% del total”. Lo explica mejor que nadie Lola Romero: “En categorías benjamines, alevines e infantiles se juega en modo mixto. Hace 5 ó 6 años teníamos que ir a las escuelas a contarles a los niños que las niñas también juegan. Afortunadamente, esto ha cambiado. Se está haciendo una labor social importantísima y la exposición ha subido. Ahora el padre ya ve en televisión que hay fútbol femenino. Se ha normalizado. Las niñas ya quieren ser Amanda, no Messi”.

Bosch, por su parte, incide en la importancia de un proyecto como el de la Danone Nations Cup: “Ellos sienten que es como el Mundial alevín. Este año hemos empezado el torneo femenino y tenemos fase nacional e internacional, cuyas finales serán en Nueva York. El objetivo es fomentar el fútbol y la salud. En España hay un problema grave de obesidad infantil, cuando en realidad jugar al fútbol es barato. Últimamente los niños que más juegan en la calle son los hijos de inmigrantes”.

El Gobierno responde ante esto: “En nuestra estrategia de fomento de actividad física está introducir una hora más de dicha materia escolar a la semana. Estoy convencido de que es mejor una hora más de actividad física semanal que de matemáticas”, esgrime Lete. Y le secunda Guerrero: “Ahora hay exámenes de educación física, por ejemplo sobre reglas del béisbol. ¿Pero no será mejor practicarlo en esas horas que estudiar las reglas?”.

Los entrenadores, por supuesto, también tienen su importancia. “Lo importante es saber dar a cada edad y a cada equipo lo que necesita. El resultado ES importante, pero enmarcándolo dentro del trabajo a desarrollar en la formación colectiva e individual”, resume Guerrero. ¿Y aquellos que por capacidades no juegan lo deseado, pese a pagar una cuota? “Los padres son necesarios; les llevan, traen, alimentan, animan... Pero deben entender que pagan por entrenarse, no por jugar. Han de saber dónde está su nivel”, apuntilla.

Los representantes de jugadores también campan a sus anchas cuando de jóvenes talentos se trata. Lo denuncia Blanco: “Llevan a chicos de 12 años a La Masía y les hacen ver que aquello es Disneylandia. Habría que regular el tránsito como en otros países. Poner un límite de captación de 100 kilómetros, por ejemplo. Los chicos del Sevilla que se van a esas edades, en el 90% de los casos regresan”.

En los últimos tiempos ha surgido otro problema, mal resuelto en algunos casos, que es el de la transferencia de licencias. “El artículo 19 de la normativa FIFA regula el asunto para evitar el mercadeo, pero no se puede llevar al absurdo. Hace unos días me llegó el caso de un niño alemán que vive con sus padres en Galicia y no puede jugar porque el transfer tarda seis meses”. Blanco lo aclara: “La FIFA tarda eso en comprobar el histórico de clubes anteriores y que no se vulnere la reglamentación”. Y concluye Lete: “No son muchos casos, pero los hay. Los padres tienen derecho a voto y ellos no lo tienen de jugar al fútbol”.