Rusia: el anfitrión sigue intentando encontrar su camino
El equipo ruso, que realizó una gran Eurocopa en 2008, ha vuelto a desaparecer del panorama internacional. En casa espera volver a sonar con fuerza.
El problema de Rusia es la ausencia de un modelo deportivo integral. La súbita e inesperada irrupción del brillante equipo de Guus Hiddink en la Eurocopa del 2008 fue un espejismo confirmado por las posteriores actuaciones de los ‘Osos Tricolor’: no asistieron a Sudáfrica y se quedaron fuera a las primeras de cambio en Polonia-Ucrania, Brasil y Francia. La Unión de Fútbol de Rusia ha intentado todas las recetas posibles, desde caseras (Slutsky) hasta de gourmet internacional (Capello), pero ninguna cuajó.
El proyecto, ahora, recae sobre los hombros de Stanislav Cherchesov, quien no comenzó con buen pie. Dos derrotas ante Catar y Costa Rica sembraron las dudas ante un proceso que está obligado, al menos, a superar la fase grupal en su Copa del Mundo. Mientras, Cherchesov intenta encontrar la cuadratura del círculo al reformar su la plantilla; ya no están Berezutskiy, ni Kokorin, ni Shatov y tampoco estarán Dzyuba, la estrella del Zenit de San Petersburgo y Dzagoev, aquejados de lesiones musculares. Es la hora de Samédov, de Golovin, de Bukharov; todos liderados por Igor Akinfeev en el arco. Será una Rusia disminuida y dubitativa, pero empujada por aliento de los suyos en las gradas. Y ello siempre suma.
Estrella: Aleksandr Samédov
La gran baza del balompié ruso; acaso, el único pincel en un equipo predominantemente industrial. Clarividente, con gran tacto con la pelota, es un mediocampista elegante, capaz de confluir el juego entre líneas y de llegar al área para rematar. También puede caer a las bandas, sobre todo a la derecha. Fabio Capello ya había avistado sus cualidades cuando lo citó para el Mundial de 2014. Su refinado toque de pelota le convirtieron en un ídolo en el Lokomotiv de Moscú. Ahora, fichado por el Spartak, se ha consolidado como el corazón futbolístico de Rusia. La Copa Confederaciones aguarda su explosión definitiva.
Entrenador: Stanislav Cherchesov
El exguardameta osetio es el culpable de que el Legia de Varsovia haya llegado a la Champions League, en su calidad como campeón de Polonia. Con una prolífica carrera que lo llevó a figurar en el Spartak de Moscú y en el Tirol Innsbruck, debutó en los banquillos del Kufstein, equipo que actualmente milita en la Tercera División austriaca. Las pizarras lo llevaron a Chechenia y después al Dínamo de Moscú. Fue en Varsovia donde estabilizó su carrera al abanderar el duodécimo título de liga de los ‘Legionarios’. Tras el fiasco de Leonid Slutsky en la Eurocopa de 2016 (un punto en fase de grupos), fue el elegido para guiar al ‘Escuadrón Ruso’ en su Copa del Mundo. Ha iniciado una revolución en la plantilla que le ha pillado en el peor momento posible, ya que deberá hacer frente a las bajas de Dzyuba y Dzagoev. La Confederaciones es su primer gran examen.
Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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