La peor entrada del año en el Calderón, la final de Copa
Fue la final de Copa más pobre de Europa, con 15.000 asientos vacíos. El Alavés vendió sus 19.301, pero a Barcelona y RFEF les sobraron.
La peor entrada del año en el Vicente Calderón fue en la final de la Copa del Rey. Precisamente el partido que cerró el curso ha sido, para oprobio de la Federación (RFEF), el menos apoyado por los aficionados. La imagen de la Tribuna de Preferencia del Manzanares semivacía durante el partido entre el Barcelona y el Alavés contrasta con los llenazos del fin de semana en la finales de Copa en Inglaterra, Francia y Alemania.
La RFEF entregó 19.301 entradas a cada uno de los dos clubes finalistas. El Alavés vendió todas entre sus socios y seguidores. El Barcelona sólo pudo dar salida a 13.500, pero tampoco puso a disposición del rival sus seis mil sobrantes para evitar que la mayoría alavesa en las gradas fuera abrumadora. Pero aún así, lo que de verdad falló fue la propia RFEF, que apenas pudo colocar el cinco por ciento de las 15.000 entradas que se reservó para sus patrocinadores, socios y compromisos.
“El fracaso en el aforo no se puede achacar a un sólo factor, sino a un cúmulo de errores que hace tiempo que suceden en la Federación”, aseguran fuentes de la casa que prefieren estar en el anonimato. “Entre estas causas están el pobre departamento de venta de entradas, con sólo dos empleados, la errónea política de comercialización, la tardanza en sacar el papel a la calle y la casi nula experiencia en la venta por internet”, afirma la misma fuente. Tampoco los precios (de 60 a 240 euros) ayudaron. Pero eso no es cosa de la RFEF, porque los precios los proponen los clubes.
La final de la Copa del Rey, que tuvo no más de 43.000 espectadores, pasó como un partido menor ante los ojos de Europa. En Inglaterra 90.000 personas vieron la final entre el Arsenal y el Chelsea, 75.000 se juntaron en Alemania en el Dortmund-Eintracht y 81.000 vieron en París la final entre el PSG y el Angers.