Una final marcada por el luto
Se juegan la Europa League impactados por el atentado de Manchester. Adidas dará 90 millones al United si gana y juega la Champions
El fútbol cree vivir en una burbuja pero a menudo se cuela la realidad y dejamos de ser los niños mayores que se excitan ante la posibilidad de una victoria, para devolvernos al estado de confusión en el que solemos vivir. El atentado de Manchester del lunes que acabó con la vida de 22 personas ha quitado brillo a una final europea (sigue el partido en directo en AS.com). Se cancelaron las ruedas de prensa anteriores al partido, los equipos hicieron un minuto de silencio antes de sus ultimos entrenamientos, la UEFA recordó que las medidas de seguridad cuidarán de los pequeños detalles y se oyó a los entrenadores a través de las redes sociales.
El preparador del Ajax, Peter Bosz, reconoció que “el partido no tiene el aura que debería” y José Mourinho añadió estar convencido que “la gente de Manchester y la ciudad se levantarán”. El encuentro se jugará y se celebrará el título porque el terror no debería apartarnos un centímetro de nuestra manera de vivir y de pensar.
Es la final de los contrastes. El Ajax juvenil, de presupuesto menor, atrevido en el campo, ofensivo, contra el rico Manchester United, sexto en la Premier, que se mostrará conservador y buscará vencer con armas parecidas a las que Mourinho ha utilizado en la última década y media. Es el encuentro de los 90 millones de euros, la cantidad que Adidas añadirá al presupuesto del club si los reds devils acaban en la próxima Champions League, además del dinero que supone jugar la principal competición europea.
Al United le falta el central Eric Bailly, uno de los que más rendimiento ha dado, además de Ibrahimovic, Ashley Young (que viajaron con el equipo), Marcos Rojo y Luke Shaw. Romero será el portero. Ganar el título en Estocolmo ocultaría muchas muescas de una temporada pobre.
El Ajax, al que sólo le falta el sancionado Nick Viergever, no tiene mucho que perder. Marc Overmars, desde su posición de director deportivo, le ha dado a Bosz el mejor equipo desde 1995 y sabe que será la última ocasión de ver a tanto talento junto. Pero antes del traspaso de sus estrellas, Overmars y Bosz les pedirán salir al campo a disfrutar. El espíritu de Johan Cruyff les acompaña.
Esperan a 20.000 hinchas ingleses
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