Michael J. García, candidato de Donald Trump para el FBI

La FIFA contiene la respiración. El presidente Trump busca director para el FBI y uno de los candidatos es Michael J. García, el fiscal de Nueva York que investigó la corrupción en la organización y cuyo informe fue censurado.

James Comey, exdirector del FBI, fue cesado la semana pasada por el presidente de Estados Unidos después de conocerse que escarbó en las relaciones de Trump con Rusia. La Casa Blanca busca un sustituto para Comey y García está entre los favoritos pese a que el FBI nunca ha tenido un director de origen latino.

Michael García, de 55 años, es actualmente el Juez Jefe de Nueva York, uno de los destinos de élite de la Administración de Justicia norteamericana. Tras ocupar varios cargos públicos, García pidió una excedencia para trabajar en el despacho de abogados Kirkland & Ellis, que fue contratado por la FIFA para limpiar sus cañerías. Después de 18 meses, el investigador presentó su Informe García. El documento, de 449 páginas, fue resumido por la FIFA en sólo 18, lo que indignó al fiscal, quien protestó y acto seguido dimitió de su cargo.

Pero su trabajo no cayó en saco roto. Fue recuperado por la Fiscal General del Presidente Obama, Loretta Lynch, quien procesó por corrupción, asociación mafiosa y blanqueo a 81 personas relacionadas con la FIFA, entre ellas tres de sus vicepresidentes: Leoz, Figueredo y Marín. El presidente de la RFEF, Ángel Villar, fue amonestado y multado por negarse a cooperar en la investigación de García, que por otra parte fue declarado persona non grata por Rusia, país que organizará el próximo Mundial. Fue tras dirigir una operación contra un traficante de armas, Viktor Bout, en la que intervino la propia esposa de García, Laura, agente especial del FBI.

En octubre comenzarán en EE UU los juicios contra los procesados de la FIFA. Y su azote, García, puede estar entonces al frente del FBI