La salud de Paterna y los casos Isco y de Carlos Soler
La cantera del Valencia está de enhorabuena. La explosión de Carlos Soler y lo que transmite Lato con sus idas y venidas por la banda lo verifica. Con Voro, además, cuya apuesta por los chavales es otro de sus servicios prestados al club, han participado otros cuatro canteranos en lo que llevamos de 2017: Javi Jiménez, Sito, Nacho Gil y Rafa Mir. Entiendo que la razón de ser de una cantera de élite como la del Valencia no es otra que formar futbolistas para ello, para la élite. Y la de Paterna lleva unas décadas de dulce.
De los Palop, Albelda, Angulo o Farinós a los Bernat, Alcácer, Jaume y Gayà; pasando por los Albiol, Alba o Silva. Todos hicieron que Mestalla se pusiera alguna vez en pie como Carlos Soler este año. Sin olvidar que se contabilizan por cientos los millones que recaudó el club por el traspaso de varios de ellos, que no es el fin que quisieran para un canterano los aficionados, aunque sí es una forma de medir también la salud de una cantera.
El trabajo de captación y formación de la gente de Paterna está ahí. De ellos no se puede dudar porque la cosa viene de lejos. Luego ya depende de lo que decida el que manda en el banquillo y de sus circunstancias, me refiero al entrenador de turno del primer equipo. Porque el fútbol de Carlos Soler estaba ahí desde el primer entrenamiento del Valencia en la pasada estadía en Holanda, sin embargo no fue hasta la llegada de Voro cuando de verdad se apostó por él. Como estuviera también por los campos de Paterna el talento de Isco en los meses anteriores a que decidiera irse al Málaga sin que apenas le dieran 'bola' en el primer equipo.
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