Gabriel ve puerta 20 partidos después y confirma su mejora
El brasileño anotó ante el Sevilla un golazo de espuela. No marcaba desde el 22 de septiembre en Riazor. Es el futbolista con más minutos del Leganés.
Gabriel Pires no es un brasileño al uso. En público, la timidez lo domina. Es cierto que en privado derrocha alegría y samba. Nos lo chiva su Instagram, lleno de vídeos cantarines de este mediacampista de 23 años, una de las referencias del Leganés. Quizá sea por eso, por la timidez, que ayer en el Sánchez Pizjuán no celebró inicialmente el golazo de espuela con la diestra (su pierna menos buena) con el que adelantó a los pepineros frente al Sevilla. O quizá puede que le dominara la rabia contenida tras tantos partidos sin ver puerta o aquélla que sintió al verse varias semanas algo alejado de su rendimiento óptimo.
El ceño fruncido le duró sólo unos segundos. En cuanto sus compañeros lo abrazaron, la melancolía se disolvió. Entonces sonrió. Sonrió mucho. “Fue un buen gol, la verdad. Estoy muy contento. ¡Volví a marcar!”, comentó jadeante a pie de césped apenas concluido el encuentro. Con la de ayer, este ex de la Juventus suma tres dianas en la máxima categoría. La última la había anotado en Riazor allá por el 22 de septiembre. Veinte partidos más tarde (incluyendo los de Copa), Gabriel se quitó un peso de encima y confirmó, de paso, su mejoría.
Entre finales de 2016 y principios de enero, su juego había sufrido un deterioro. La parroquia de Butarque no estaba acostumbrada a ver como su ídolo flaqueaba. La campaña anterior, la del ascenso, Gabriel rozó la perfección. Todos creían que en Primera repetiría brillantez. Pero en la élite todo cuesta más. Bastante más.
“Tiene que haber un cambio cuando asciendes. Si no, esto no sería la Primera División”, explicaba el propio Gabriel al diario As en una entrevista reciente. “No podemos hacer en esta categoría lo mismo que el año pasado. Este año será importante en mi carrera para aprender. Soy joven”, insistía sin obviar tampoco que muchos de los espectadores que acuden Butarque llegaron a criticarlo con dureza.
“No me fastidia. Lo leo en Twitter. Pero eso no cambia nada. La gente inteligente, que sabe de fútbol, es consciente de que no estoy por estar. Nunca fui así. Si no me están saliendo bien las cosas es, en parte, normal. Todos los jugadores tienen momentos difíciles en su carrera. Pero pasará. Seguro que todo pasará”, vaticinaba. Llevaba razón. La tormenta ha dejado paso a la calma. Ahora Gabriel acumula un puñado de jornadas consecutivas en las que vuelve a ser el futbolista determinante de antaño.
Un fijo para Garitano
“Con Gabriel las expectativas de todos fueron muy grandes, pero insisto en que tiene un potencial grande. Con tranquilidad, le veremos en Primera muchos años. Hay que tener paciencia”, argumentaba hace una semana Garitano para explicar el porqué del retorno de Gabriel a su mejor versión.
Un consejo, el de la paciencia, con el que ha predicado en primer lugar el propio entrenador de Bergara. Gabriel es el futbolista que más ha usado en Liga, con 2027 minutos que, unidos a los 123 que jugó en Copa, lo colocan como uno de sus favoritos. Y casi todo lo que ha jugado, lo ha hecho de titular. Gabriel sólo fue suplente ante el Betis en el Benito Villamarín.
Bien como mediocentro (su posición preferida), bien como mediapunta (donde lo reconvirtió el técnico vasco), parece complicado que Gabriel pierda el puesto pese a la competencia que le han fichado (Alberto Bueno o Samuel no lo han desbancado) y a un bajón reciente que parece ya cosa del pasado.
Buenas noticias para el Leganés con una lectura pesimista: de seguir así será complicado retener en Butarque este joven talento con contrato hasta 2019. La Premier League le sigue de cerca. En verano no le faltarán novias. Eso seguro.