Santillana: "Sergio Ramos sube con mentalidad de delantero"
Le apodaron la mejor cabeza de Europa. Es un mito del Real Madrid y nadie mejor que él para analizar la manera de rematar de Sergio Ramos cuando sube al ataque.
¿En su época había defensas tan especialistas cabeceando como Ramos?
Siempre los hubo. Benito y Pirri iban muy bien, por ejemplo. Pero Sergio tiene un poderío físico impresionante y un salto muy potente…
¿Cuál es su secreto?
Que cuando sube, su mentalidad es de delantero. Tiene mucha intuición para saber dónde va a ir el balón, se anticipa muy bien a la jugada y es potentísimo. Se anticipa y ataca el balón, esa es la clave.
Cristiano y Bale también tienen mucho poderío, pero las acaba metiendo él.
Y más gente hay que es alta y va bien de cabeza. Sergio compite con muchos grandes rematadores en su mismo equipo, pero él va con más fe. Ataca muy bien el balón. Tiene esa cualidad al margen del grandísimo central que es, porque es de los mejores del mundo.
¿Lo que hace Ramos se puede entrenar?
Yo creo que no. Hombre, la técnica del remate en sí mismo sí, pero lo de anticiparse y atacar el balón, y estar en el sitio, es una virtud. Tenga en cuenta que para meter un gol así, de cabeza, hay un proceso.
¿Cuál es?
Pues hay que saber dónde colocarte, cuándo empezar a correr, sincronizar el salto y luego, sí, impactar bien el balón, girar el cuello y darle dirección. Pero la intuición o la tienes o no. Sucede igual con los delanteros.
¿Usted la tenía?
Hombre, a mí me costaba mucho más que a Sergio en las jugadas a balón parado, porque yo no tenía ese poderío físico. Eso sí lo tienen los centrales. Para mí, en jugadas normales en las que podía sorprender o anticiparme, era más sencillo.
¿Qué técnica utilizaba usted?
En el área hay mucha gente y es complicado que el balón venga justo a la cabeza. Te tienes que buscar tú las habichuelas. Luego, tener buenas piernas para saltar. Poder mantenerte en el aire para coger el balón en el punto más alto posible y, finalmente, para mí lo más importante, era tener fuerza en el cuello y coordinación para dirigir la pelota. Eso es lo que no tiene cualquiera. Y en eso Ramos va sobrado.
Usted fue en su época la mejor cabeza de Europa por su remate: ¿Quién se le acercó?
Hombre, a mí no se me debía de dar muy mal cuando con el paso del tiempo comenzaron a rondarme con la frase con la que se describía al mítico Telmo Zarra: “La mejor cabeza de Europa después de Churchill”. Pero ahora están Cristiano y Bale, por ejemplo. Y hubo muchos: Morientes, Zamorano, Quini, Bakero, Satrustegui… Era una cualidad, entonces, de los delanteros centro cuando se jugaba con extremos puros. En España ha habido siempre muy buenos rematadores de cabeza. Y fuera, Van Basten, Batistuta, en un tiempo un poco más reciente Drogba…
¿A usted quién le enseñó a rematar de cabeza?
La realidad es que cuando yo llegué al Racing jugaba en el centro del campo, con el ocho a la espalda. Nunca destaqué por ir bien de cabeza. Incluso la primera vez que fui a la Selección, con Santamaría, en París, jugué de ocho.
¿Quién se dio cuenta entonces de que usted valía para eso?
Fernández Mora, que era el técnico allí en el Racing. Me quitó el ocho y me puso el nueve. Tenía dos extremos, como Aguilar, que luego vino conmigo al Madrid, y el zurdo Isidro Ruiz, que eran extremos de la vieja escuela y me ponían unos balones que no veas. Y me fui acoplando. Y entonces me empecé a tomar en serio aquello de ‘centro y remate’.
¿A qué se refiere?
Pues no le exagero si le digo que Fernández Mora me tenía casi una hora al día trabajando solamente eso.
¿Con aquellos balones tan duros?
No se imagina los dolores de cabeza con los que terminaba (risas). Pero era joven y lo aguantaba todo.
¿Se recordará a Ramos como uno de los mejores en el remate de cabeza?
Es que ya lo es, sin duda. Y mire la cantidad de goles importantes que ha hecho de cabeza y que han valido hasta una Champions… Y yo le doy mucho valor por otra cosa. Ya es muy evidente que se le da bien, así que los rivales suelen tener un plan para que no los marque, hay vigilancias más estrechas, y aun así, los hace. Puede que también sea porque en el Madrid hay mucha más gente que controlar por arriba para los defensas aparte de él. Pero Sergio tiene mucha fe. Como le digo, no va al área a ver qué pasa. Va al ataque con mentalidad de delantero centro...