El Atlético juvenil no estará en la Final Four de Nyon

El Atlético de Madrid juvenil no estará en la Final Four de Nyon después de caer por 2-1 ante el Red Bull Salzburgo en un partido en el que los rojiblancos nunca le tomaron el pulso a la eliminatoria. Y eso que los de Manolo Cano se plantaron bien en el campo dominando durante los primeros minutos en un periodo, cierto es, en el que se imponía más el miedo al error que amenazar al rival. La cosa pintaba mejor cuando en el minuto 21, dos de los jugadores del sector izquierdo austriaco (Mensah y Berisha) habían visto ya la tarjeta amarilla, pero a partir de ahí el Red Bull se desperezó.

Con la consigna clara de castigar cada pérdida colchonera en campo propio, los pupilos de Marco Rose comenzaron a desplegarse con mucho peligro. Haidara, en 28' se aprovechaba de un error colchonero y culminaba su diagonal con un zurdazo que se estrelló en el poste. Comenzaba a carburar el trío atacante austriaco ante un Atlético desconcertado por su movilidad. La conexión Wolf-Berisha avisaba en el 34', el primero le filtraba el pase y el albanés, solo ante Marín, disparaba inocente a sus manos. Las dudas colchoneras no terminaron ahí y el primer acto concluyó con un zurdazo de Schlager que se fue lamiendo el larguero.

En el intermedio Manolo Cano buscó soluciones e introdujo a Yael por Rubén Gómez, buscando que la zurda del centrocampista le diera un poco de control a los colchoneros. Nada más lejos porque a los tres minutos de la reanudación, el Salzburgo se adelantaba a la salida de un córner. Meisl peinaba y Paulo Igor remataba a la red. La zozobra colchonera se acentuó y entre Wolf, Berisha y Filip sembraban el pánico con triangulaciones rápidas y precisas. Como la que en el 61' ponía el 2-0 en el luminoso. Wolf iniciaba, mandaba a Berisha y el albanés le devolvía para remachar dentro del área. Todo parecía sentenciado, más cuando siete minutos después Filip tuvo el 3-0, pero el Atlético tiró de orgullo y de algo de juego. Los colchoneros, con 20 minutos por delante, comenzaron a empujar y en el 74' Moya hacía lucirse a Antosch, antes de que Giovanni acortara distancias tras asistencia de Schiappacasse. Había que quemar las naves y el Red Bull lo sabía. Filip tuvo un mano a mano ante Marín que erró, mezcla de egoísmo y de buen hacer del portero colchonero. Fue el preámbulo de unos cinco últimos minutos intensos, pero que no trajeron el enésimo milagro atlético pese a que Giovanni tuvo la última.