Hernán recibió un golpe el miércoles, pero estaba a tope
El paraguayo fue de los más activos en el Bernabéu cuando salió al césped en el segundo tiempo. Quique lo reservó por decisión técnica.
Uno de los capítulos más confusos de la derrota del Espanyol en el Bernabéu ocurrió después del partido. Quique Sánchez Flores, preguntado por la suplencia de Hernán Pérez, desveló que hasta tres jugadores no llegaban al cien por cien al partido por problemas físicos durante la semana, aunque en el otro lado de la zona de prensa del estadio el paraguayo afirmara, por tres veces, que él estaba a tope. Lejos de contradecirse voluntariamente, el episodio fue opuesto en las explicaciones.
Según ha podido saber este diario, el extremo derecho tuvo un fuerte golpe en la rodilla derecha en el entrenamiento del miércoles, lo que le provocó mucho dolor. Hernán está operado en esa articulación y aún mantiene una grapa en la cicatriz, donde recibió curisoamente el golpe. Cuando se lastima ese punto, le remiten unos dolores que en ocasiones le impiden ejercitarse con el resto del grupo. No obstante, y después de la sesión de baño y masaje del jueves, el extremo superó la prueba a la que se sometió el viernes, por lo que estaba apto para jugar ante el Real Madrid.
Revulsivo. Hernán, como demostró en el campo, pudo jugar a su mejor nivel. El paraguayo fue de los jugadores más verticales y molestos para el rival. De hecho, las dos acciones de más peligro del Espanyol durante los 90 minutos nacieron de sus botas: el único remate a portería que despejó Keylor Navas a córner y un contraataque que, finalmente, fue anulado por una mano del jugador después de que le rebotara en el musclo.
El paraguayo, que había sido titular en los últimos seis partidos, esperaba seguir en la alineación pese al problema que tuvo el miércoles. Hernán agitó a un Espanyol adormecido en ataque.
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