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REAL SOCIEDAD-BARCELONA

El horario de Copa contra el Barça pone en pide de guerra a San Sebastián

Jokin Aperribay, presidente de la Real: "En la afición hay muchísimo malestar". El partido ante el Barcelona el jueves a las 21:15 horas coincide con la tradicional tamborrada.

Partido entre el Barcelona y la Real Sociedad.
AMAIA ZABALODIARIO AS

El horario del partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey entre la Real Sociedad y el Barça de este jueves ha puesto en pie de guerra a San Sebastián contra La Liga y la Federación. Todo lo que ha ocurrido después del sorteo del pasado viernes, con la negativa a hacer caso a las peticiones del club donostiarra, ha sentado muy mal en el entorno de la Real Sociedad. Porque la Liga puso ese encuentro el jueves 19 de enero a las 21.15 horas, al ser elegido por GOL como partido en abierto, cuando en San Sebastián tiene lugar esa noche la clásica izada de la bandera del gran día de San Sebastián, la gran fiesta para todos los donostiarras, un acto que se trata de uno de los más importantes de esas 24 horas tan especiales en la capital guipuzcoana, llenas de color y sonido de tambores por todos los rincones de la ciudad. "En la ciudad, en la afición de la Real, hay muchísimo malestar con el horario, muchísimo muchas quejas, gente del consejo y los jugadores, todos lo han notado y han recibido esas quejas. Ya hemos jugado una víspera de San Sebastián contra el Barça, y el partido de puso a las 18.15 horas. Es que la hora del partido es la hora en la que se prepara todo para la fiesta grande", señala Jokin Aperribay, presidente de la Real, en Hoy por Hoy de la Cadena Ser.

Realmente, lo que más molesta es la actitud de la Liga, porque la Real, consciente de que su partido de Copa se iba a jugar en jueves al tener su partido de liga de la pasada jornada el lunes anterior, había solicitado que si jugaba la ida en Anoeta se le pusiera el primer horario para provocar la menor incidencia posible a sus seguidores de San Sebastián que quisieran disfrutar la tamborrada de la izada. Sin embargo, la Liga hizo caso omiso a esa petición, a pesar de su insistencia, y le puso un horario bastante malo, porque impide que muchos aficionados de la Real puedan disfrutar de la tradicional cena de la víspera de San Sebastián si es que quieren ir a Anoeta, y complica a muchos la posibilidad de animar a la Real y prepararse después para tocar el tambor en su gran fiesta. Alguno pensará que todo esto se soluciona con que los aficionados afectados no acudan a la cena de la víspera de San Sebastián, pero se debe saber que esas cenas se preparan desde semanas antes, porque une a familiares y amigos en sociedades gastronómicas, hogares y restaurantes, que están ya a reventar, por lo que la reserva para cenar esa noche fuera de casa se hace con más de un mes de antelación. "Es como si al Sevilla se le pusiera a jugar en el Sánchez Pizjuán un viernes santo, es algo que no se le ocurriría a nadie, así que por eso no entendemos cómo está vez no se ha evitado también con la Real y la Tamborrada de San Sebastián. Manifestamos que cuando a un club le pasa algo que le afecta algo tan Importante para su ciudad, solo queremos que se pueda conciliar", explica Aperribay, preocupado porque todo este lío pueda restar seguidores a Anoeta el jueves por la noche.

Todo un despropósito que ha intentado evitar la Real, a la que ha enfadado mucho el horario, hasta el punto de que tuvo que pedir disculpas a sus aficionados con un breve mensaje en las redes sociales, viendo la reacción de desagrado, tristeza, preocupación y cabreo que habían expresado seguidores. "A pesar de las gestiones realizadas para adelantar la hora del partido, el mismo se disputará a la hora indicada, ya que se ha designado como partido en abierto. Lamentamos los inconvenientes que ese horario causará a los aficionados en un día tan especial", señala el club donostiarra, que tras conocer el emparejamiento volvió a solicitar jugar a las 19 horas y no a las 21.15 horas, consciente del problema que suponía esa hora para muchos de sus seguidores. Pero ahí no acaba la historia porque en la Real, para evitar que el partido de Copa tuviera que jugarse de forma obligada el jueves en caso de pasar de ronda (jugó el lunes, así que por normativa antes del jueves no lo puede volver a hacer), el club donostiarra ya había instado a La Liga a que cambiara su partido del lunes y lo pusiera el domingo, para tener más margen y evitar una posible situación como la que al final se ha producido. Su petición fue desoída y cayó en saco roto. Todo se podía haber evitado con esa maniobra. "El tema viene de largo, teníamos la previsión que ese partido nos podía condicionar el partido de Copa, y venía pidiendo el cambio de ese partido de liga del lunes, no por tener más descanso que nadie, sino porque el partido del jueves no fastidiara a los donostiarras en su gran fiesta, en si celebración. Por eso estamos molestos y optamos por no hacer declaraciones tras el partido contra el Málaga a la televisión. Sino habíamos sido escuchados hasta entonces, porque íbamos a ser escuchados a partir de entonces, por eso".

Y a esto hay que añadir que el Barcelona jugó antes la última jornada, el pasado sábado mientras que la Real visitó al Málaga el lunes, lo que significa que el equipo entrenado por Luis Enrique tiene dos días más de descanso o preparación para ese partido de ida de cuartos. Los donostiarras llegaron a San Sebastián el martes por la tarde, con poco más de 24 horas por delante para preparar el partido de Copa.

Todo esto ha provocado un importante enfado en el seno del club blanquiazul, que así se lo ha trasladado a la Liga, hasta el punto de que ya tras el choque contra el Málaga en La Rosaleda, hicieron un desplante a las cámaras de GOL, la televisión que rechazó aceptar la petición de la Real e instó a La Liga a poner el partido el jueves a las 21.15 horas. La Real se negó a que nadie hablará de forma exclusiva ante sus cámaras. No lo hicieron ni Eusebio ni los jugadores. Fue su forma de expresar su malestar ante esta situación que entiende perjudica de forma seria a su afición.