Vietto y Ben Yedder se regalan dos hat-tricks por Navidad
El 9-1 del Sevilla al Formentera, completado con los dos goles de Sarabia y el de Ganso, cerraron el pase a octavos del Sevilla ante un Formentera que encajó 14 goles en global.
El Sevilla sólo había conseguido una goleada copera más amplia que este 9-1 que endosó al Formentera y que le clasificó para octavos con un global de 14-1. Fue en 1927, cuando firmó un 2-11 ante el Extremeño. Casi noventa años después, Sampaoli dignificó el partido y la competición con un once en el que no había ni un solo jugador del filial (sorprendentes ausencias en la lista a última hora de Pareja y un Sirigu que tiene ofertas) y cinco titulares del partido liguero del sábado ante el Málaga.
Entre ellos estaban los dos delanteros, Ben Yedder y Vietto. Discutidos, y con la certeza ya de que un delantero vendrá a hacerles competencia en pocos días, francés y argentino firmaron respectivos hat-trick y confirmaron las sensaciones que dejaron ante el Málaga. Su conexión al juego coral del Sevilla crece por momentos. Buenas noticias para el Sevilla, que si además ha conseguido que la noticia del fichaje del goleador mejore el rendimiento de ambos habrá matado dos pájaros de un tiro.
El Formentera creyó que el partido, pisar Nervión, escuchar el himno del Centenario del Sevilla, sería un sueño. Pero fue un martirio. Las caras de sus futbolistas en el minuto 29 después del 4-0 lo decían todo. Alguien pudo pensar que los pitiusos se llevaban un castigo demasiado cruel y que el Sevilla pudo levantar el pie en cualquier momento. Chocaron contra la filosofía de Sampaoli, que entiende que la mejor manera de respetar al rival es haciéndole la mayor cantidad de goles posibles y no mostrarle una pena que es la mayor humillación.
El caso es que después del primer gol de Ganso, la sangría fue imparable. El partido no tenía más historia que conocer a cuánto ascendería el electrónico (por cierto, fue el partido con más goles acumulados de la historia del Sánchez Pizjuán el nivel de un 7-3 al Rayo de 1968 y el 6-4 al Espanyol de la primera jornada de Liga de esta temporada). La única sonrisa del Formentera la esbozó Gabri, que hizo el gol del honor y ya tiene una historia que contar.
El Sevilla cerró 2016 feliz, con la mochila cargada de buenos recuerdos con Emery y nuevos días de ilusión con Sampaoli. El técnico pidió a sus futbolistas que descansen y “vuelvan preparados”. Al Sevilla le esperan emociones fuertes en 2017.