David López y Diego Reyes: el arte de la pulcritud defensiva
Ambos están sin tarjetas y con solamente 11 faltas. Sabaté: "Esto demuestra que el sistema defensivo de Quique está funcionando".
Detrás de la gran racha defensiva del Espanyol (tres goles recibidos en los últimos ocho encuentros y siete de ellos sin encajar), se esconden algunos datos sorprendentes. Uno de ellos es la pulcritud de la pareja de centrales, quienes se pueden considerar los defensores más limpios de Primera. David López lleva jugados 12 partidos y únicamente ha efectuado cinco faltas (no alcanza el promedio de una cada dos partidos) y no ha visto todavía una tarjeta amarilla. Su compañero en la zaga va por el mismo camino: diez partidos disputados, seis faltas en contra y tampoco ha visto una cartulina.
Para Jaume Sabaté, central perico en los 60 y 70 y una de las personas que sigue más de cerca la actualidad perica, el secreto es el siguiente. “Estos datos tiene una explicación y demuestran la organización del sistema defensivo que ha implantado Quique. La mayoría de jugadores de la defensa llegan con ventaja a las situaciones con los contrarios, y eso provoca que no tengan que hacer infracciones”, reflexiona, mientras elogia el juego de David López. “Ya lo veíamos cuando estaba en el filial. Es un jugador con poderío físico, fuerte y que sabe estar siempre bien situado. Solo le falta tener pensamiento defensivo en algunas acciones, pero saca el balón muy bien”, valoró.
Curso pasado. El papel de López y de Reyes no solo se ciñe a ese aspecto defensivo, ya que ambos son protagonistas en la elaboración del juego. De hecho, David López es el segundo futbolista que más pases ha dado en estas jornadas (480) y Diego Reyes, el sexto (319). Con una media de 40 por partido, el central canterano es el jugador del equipo que más actúa en esta faceta del juego.
El dato del presente curso contrasta con el de la sísimica temporada anterior. Al finalizar el campeonato, Álvaro González y Enzo Roco, los dos jugadores que actuaron en más partidos en el centro de la defensa, vieron nueve cartulinas amarillas cada uno, unos guarismos que, a priori, serían imposibles de alcanzar para la defensa actual.
Este dato demuestra además la gran colocación del Espanyol y la seguridad que da también el guardameta. “Un defensa, cuando tiene un portero como Diego López, está más tranquilo, sereno, y eso se nota a la hora de salir en acciones de uno contra uno”, añade Sabaté.
David López y Diego Reyes, el arte de la pulcritud para una defensa que funciona.