Keirrison: la perla brasileña que no jugó ni un solo minuto
El Barcelona fichó al prometedor delantero en 2009 a cambio de 14 millones de euros pero tras varias cesiones se acabó marchando gratis sin ni siquiera debutar.
El caso de Keirrison es seguramente uno de los más rocambolescos en la historia del FC Barcelona. El brasileño aterrizó en 2009 en la ciudad condal con la vitola de ser uno de los delanteros con más futuro del panorama futbolístico pero tras ser cedido a cinco equipos se marchó del club culé sin haber jugado un solo minuto con la camiseta blaugrana.
El Barça de Joan Laporta acometió el fichaje de Keirrison, un delantero de apenas 19 años que maravillaba en la liga brasileña. Los 21 goles en 31 encuentros con el Palmeiras en 2008 y los 11 tantos que acumulaba en 2009 (incluidos 6 en la Libertadores) convencieron a Txiki Begiristain, por entonces director deportivo del Barça, a lanzarse a por un fichaje que tenía muy buena pinta.
La empresa Traffic, que también representó a Henrique (otro brasileño que ficharon los culés ese mismo verano y que podía tener perfectamente un hueco en esta sección), fue la encargada de negociar por el atacante del futuro, cuyo pase a la ciudad condal se elevó hasta los 14 millones de euros.
El delantero prometía pero el técnico del Barcelona por aquel entonces, Pep Guardiola, no le creía preparado para afrontar la temporada post-triplete. Leo Messi y Thierry Henry comandaban una delantera que fue reforzada ese verano por Zlatan Ibrahimovic (se marchó Samuel Eto’o) y en la que también Pedro y Bojan tuvieron un papel muy importante. Conclusión: había que buscar una salida para Keirrison.
El brasileño hacía las maletas dirección Lisboa para jugar en el Benfica, en la que sería la primera de las seis cesiones que tendría antes de desvincularse definitivamente del conjunto catalán. En Portugal jugó cinco partidos de liga y uno de Copa sin lograr ver puerta en ninguno de ellos, lo que precipitó un nuevo cambio de equipo ese mismo invierno, esta vez con dirección a la Serie A italiana.
En la Fiorentina al menos consiguió hacer algún gol. Concretamente 2 tantos en los diez partidos de liga que jugó, algo que no logró repetir en la Copa italiana y la Champions League, en las que disputó un encuentro pero de nuevo sin suerte de cara a gol. Con la conclusión de la temporada y el Barcelona sin interés en contar con él acabó su etapa en Europa y puso rumbo a Brasil para jugar en las filas del Santos.
En el club peixe anotó 4 goles en 17 partidos pero, ante la negativa de los blaugrana, tuvo que buscarse un nuevo destino en su país. En este caso fue el Cruzeiro, en donde permaneció solamente 5 meses haciendo un tanto en 8 apariciones. Fue entonces, ya en abril de 2012, cuando Keirrison encontró el equipo donde tuvo mayor continuidad desde antes de llegar a la ciudad condal.
Su nuevo club fue el Coritiba (equipo del que salió en Brasil), en donde jugó 10 partidos haciéndose con el puesto de titular en el ataque hasta que sufrió una lesión de rodilla. En total disputó 29 encuentros anotando 4 tantos y dejando la sensación de que aquel talento que maravillaba con 18 años nunca volvería. Fue en la temporada 2013-2014 cuando finalizó definitivamente su vinculación con el FC Barcelona sin ni siquiera haber llegado a debutar.
Actualmente, aún con 27 años, juega en las filas del Londrina, de la Serie B brasileña, en donde acumula 7 goles en 20 partidos, su mejor rendimiento ya apartado de los focos mediáticos desde que fuera un adolescente y llegara como la gran apuesta del Barcelona.
Hay que destacar, eso sí, que a Keirrison le tocó vivir en los últimos tiempos un trágico episodio ya que perdió a su hijo pequeño poco después de rescindir su contrato con el Coritiba (noviembre de 2015), por lo que su rendimiento futbolístivo quedó en un segundo plano.