Uno por uno del Real Madrid: Enzo Zidane debutó con un gol

Casilla: Un espectador privilegiado a ras de césped hasta que al filo del descanso llegó el derechazo seco y elevado de Yeray. El cancerbero blanco reaccionó algo tarde y aunque tocó la pelota, esta le dobló la mano. No tuvo más trabajo.

Carvajal: Tarde-noche de lucimiento para el leganense, especialmente en el 2-0. En ese tanto remontó la banda y le envió un centro digno de un Míchel o un Beckham a James para que sólo tuviese que meter la cabeza. También intervino en el 3-0. Desde el descanso, descansó ya con la mirada en el Camp Nou.

Nacho: No especula ni contra un rival de Segunda B ni aunque se tenga como colchón el 1-7 de la ida. Atención máxima. Hasta tuvo que retomar el papel de 'tres'. Pasan y pasan los partidos y sigue siendo harto complicado encontrarle agujeros a sus actuaciones.

Pepe: Pasó inadvertido por la poca presencia ofensiva de la Cultural. Otro en la lista de futbolistas de los que Zidane esperaba que cogieran ritmo más que otra cosa.

Tejero: Exhibió la cualidad por la que tanto le gusta a Zidane desde sus tiempos juntos en el Castilla: vale para todos los puestos de la defensa (contra la Cultural jugó en los dos laterales) y riesgos innecesarios, los justos. A ello unió la asistencia del 4-1. Volverá al filial con gran sabor de boca.

Casemiro: Volvía al once por primera vez desde el 18 de septiembre. Su misión fue clara, meterle kilómetros de juego a sus piernas. Eso no quita para que intentase sorprender a Leandro con un disparo desde casi el centro del campo desviado por muy poco. Tampoco tenía delante un centro del campo que le exigiese, así que lo suyo fue fitness más que otra cosa.

Isco: Chocó que Zizou arriesgase con él a escasos días del Clásico. Con todo y con eso, rondó el gol en el 36' con uno de sus recursos favoritos, el chut con rosca, pero esta vez le perjudicó y el chut se abrió demasiado. En el descanso fue otro de los presumibles titulares el sábado que se quedó en la caseta.

James: Tenía la opción de dejarse llevar y entregarse a la desgana y la desmotivación de jugar un partido-marrón, o ponerse a producir como el resto. Y así lo hizo. Sin ser una actuación de campanillas, apareció, se ofreció, buscó pases peligrosos para Mariano y hasta marcó un gol. Su reivindicación, no obstante, tendrá que esperar a días de más lustre.

Odegaard: Sacó a pasear sus pinceladas técnicas. En el 35' se fue con mucha habilidad de Víctor y su pase de la muerte no encontró a Mariano para subir el 3-0 al marcador. Quiso agradar porque siente que su lugar es el primer equipo, pero se quedó en eso: un papel muy decente con buenos detalles, pero sigue sin ser dominante.

Mariano: Sabía que era su partido. Igual que en León, volvió a hacerle gol a la Cultu. Esta vez como titular, por primera vez en su carrera en un partido oficial. Respondió con un hat-trick y se peleó hasta la extenuación. Lleva cuatro goles oficiales esta campaña en apenas seis remates. A hambre no le ganarán Benzema ni Morata.

Asensio: Entró pegado a la banda del ausente Cristiano. Suyo fue la mitad del 1-0. Le comió la tostada a Iván González en un mal control del zaguero de la Cultural y se la dejó a placer a Mariano. De ahí al final jugó sin complicarse la vida: bonito y simple.

Varane: Al no jugar contra el Sporting, Zidane le dio la segunda mitad completa (suplió a Carvajal) para que se entonase de cara al Clásico. Cumplió el cometido sin exponerse a esfuerzos de riesgo. Ahora le viene encima la MSN.

Enzo Zidane: Entró por Isco en el descanso. Su padre le hizo debutar oficialmente con el primer equipo con 21 años, ocho meses y seis días. Y marcó en su primer disparo. Un remate en el que acomodó el cuerpo con un gesto inconfundiblemente Zidane.

Yañez: Zidane le premió dándole los últimos 15 minutos, presumiblemente los únicos que resguardará la portería del Madrid esta temporada.

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