Nace el fútbol en Freemasons Arms (1863)

El fútbol viene de la noche de los tiempos, pero su fecha de nacimiento se puede concretar: 26 de octubre de 1863. Desde el comienzo del curso, los representantes de los principales colleges y universidades británicas habían establecido un calendario de reuniones en la Freemasons Arms de Londres, en Great Queen Street, Drury Lane, en el centro de Londres. Esa taberna existe, es uno más de tantos pubs ingleses, con barra y algunas mesas abajo, y arriba, una amplia estancia que se alquila para reuniones vecinales o pequeños conciertos. Ahí arriba fue donde se reunieron los representantes de los colegios en busca de unificar unas reglas que en cada sitio tenían variaciones. Una, fundamental: los había partidarios de proscribir el uso de las manos, y los había partidarios de permitirlo, lo mismo para manejar el balón que para agarrar o empujar.

Los primeros fueron mayoría, constituyeron la Football Association y redactaron las primeras reglas aquel día. Unas reglas en las que no había área, ni penalti, ni portero, ni árbitro, pero en las que ya se establecía que estaba restringido el uso de las manos. El reglamento del fútbol se fue limando después, hasta que en 1925 quedó prácticamente como es hoy. Los partidarios del uso de las manos se negaron a integrarse en la FA y fundaron más adelante, en 1871, la Rugby Union, basándose en las reglas de la Universidad de Rugby. En realidad, los dos juegos proceden de un tronco común, quizá el haspartum, que se dejaron olvidado los romanos en su época de dominio en Inglaterra, y que con el tiempo se transformó en una especie de batalla campal entre pueblos vecinos por llevar el balón de uno a otro. El haspartum era un juego que practicaban las legiones para mantenerse en forma, de gran parecido a lo que luego hemos conocido como calcio florentino.

Cien años después de la fundación del fútbol se celebró, el mismo día, pero en 1963, un partido entre Inglaterra y una selección del Resto del Mundo. Di Stéfano fue el capitán del Resto del Mundo, que formó con: Yashin (URSS); Djalma Santos (Brasil), Popluhár (Checoslovaquia), Schnellinger (Alemania); Pluskal (Checolosvaquia), Masopust (Checoslovaquia); Kopa (Francia), Law (Escocia), Di Stéfano (Argentina-España), Eusébio (Portugal) y Gento (España). En la segunda parte entrarían Šoškic´ (Yugoslavia), Eyzaguirre (Chile), Baxter (Escocia), Seeler (Alemania) y Puskás (Hungría-España). Como se ve, los escoceses actuaron en el Resto del Mundo. La selección local fue exclusivamente inglesa, con estos jugadores: Banks; Armfield, Wilson; Milne, Norman, Moore; Paine, Greaves, R. Smith, Easthman y Bobby Charlton, sin cambios. Ganó Inglaterra por 2-1, con tantos de Paine y Greaves; Law marcó por el Resto del Mundo, de modo que los tres goles se quedaron en la isla de los inventores.

Ya diez años antes, en 1953, había habido un partido, conmemorativo de los noventa, con un Inglaterra-Resto del Mundo, en el que jugaron Kubala y el defensa madridista Navarro, que desde aquella ocasión fue conocido como el «fifo» por la afición española (véase el día 21 de octubre).