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ATLÉTICO DE MADRID

A Nico Gaitán también le costó entrar en el Benfica

En su primer año tuvo la presión de sustituir a Di María y, fue poco a poco, pero acabó brillando. En el Pizjuán perdió 15 balones en 45 minutos, pero no dejó de intentarlo.

Nico Gaitán.
Aitor AlcaldeGetty Images

Gaitán todavía no ha producido el efecto deseado en el Atlético. De sobra conocida es la dificultad de adaptación para los nuevos en un equipo con mecanismos tan diferentes a sus equipos de procedencia.

Además, Gaitán se ha topado con la explosión de Carrasco y los episodios de Correa. Ayer le tocó entrar por su compatriota y, en la línea del resto del equipo, no fue una solución. Gaitán entró ayer en el descanso. Simeone señaló cuál era su objetivo en la sala de prensa, quería pase, más claridad con la pelota en campo contrario y llegada. Para el ex del Benfica, tras solamente tres partidos como titular de los ocho que ha disputado, la oportunidad era capital.

Acostumbrados al efecto casi siempre desequilibrante de los cambios de Simeone, su entrada no produjo el efecto deseado. Sus primeros minutos sobre el húmedo césped del estadio sevillista coincidió con cierto descontrol colchonero y Simeone se vio obligado, rápidamente, a dar entrada a Tiago para frenar la embestida hispalense. No estuvo fino en el pase el internacional argentino. Se movió en un porcentaje de acierto del 60% (12 de 20), pero cierto es que 11 de ellos fueron en campo contrario. Lo que más extrañó es que perdiera tantos balones en sólo una parte. 15, uno menos que Griezmann que disputó todo el partido.

Gaitán no estaba fino, pero no se escondió. En los últimos minutos el Atlético miró hacia él y fue frenada bruscamente tres veces en falta, el jugador colchonero que más recibió. Gaitán ya tuvo que convivir con la presión de ser fichaje millonario a su llegada al Benfica en 2010.

Aterrizaba para reemplazar a un Di María que había enloquecido a Da Luz. El ex de Boca daba el salto a Europa y con apenas 22 años ya se le ofrecía el papel de estrella. Y le costó. En sus inicios en Lisboa, cierta sensación de jugador de pecho frío se instaló en el graderío. El momento de Benfica no ayudó. Fue la peor campaña de Jorge Jesús en el equipo encarnado, terminando segundo el campeonato de liga a 21 puntos del Oporto.

Pero poco a poco Gaitán creció y terminó como Jugador Revelación de Portugal. El actual es ya otro futbolista, maduro y construido en la exigencia de un equipo donde no ganar un partido ya era una crisis. Así, casi siendo adolescente, ya demostró carácter para hacer olvidar a un jugador de clase mundial. Cierto es también, que en ese exitoso periodo en Da Luz entendieron de su necesidad: sentirse importante y objeto de confianza para rendir.