La Liga de Gareth Bale comienza en cuesta hoy en Anoeta
La Real se alivia tras atar a Oyarzabal y el Madrid llora sus bajas (20:15, Movistar Partidazo). Cristiano, ausente, hizo 11 goles a los vascos.
Real Sociedad vs Real Madrid en directo
Por primera vez en siete años, el Madrid empieza una Liga sin Cristiano. Ausencia analgésica para la Real, sometida sistemáticamente al bombardeo del portugués: once goles en siete partidos, todos ganados por el conjunto blanco, desde su llegada (sigue el partido en directo en AS.com). Su sentida baja, los otros cuatro titularísimos que le faltan al Madrid (Keylor, Pepe, Modric y Benzema), la pretemporada txuri-urdin y Anoeta equilibran el estreno de ambos.
Diez partidos de ensayo y una sola derrota pesan más en el ánimo de la afición realista que un verano a la defensiva en el mercado. Los dos grandes éxitos han acabado siendo la continuidad de Rulli y el blindaje de Oyarzabal. También llegaron Willian José y Juanmi, cuyos cuatro goles en la pretemporada sumados a su edad le ofrecen un gran porvenir. El malagueño hoy será titular. Queda pendiente colocar a Granero y reconducir a Vela, gran apuesta del club que se perdió por el camino. Hoy se le espera al mexicano. En cualquier caso, hay ganas de creer en Eusebio. Tomó al equipo decimosexto la campaña pasada y acabó noveno. Rimaron gustar y ganar.
Al Madrid le coge el inicio sin cerrar heridas. Las de Cristiano y Pepe, ausentes, y las de Kroos y Bale, en rodaje, sufridas en la Eurocopa; las de Benzema y Keylor, de larga duración; y la de Modric, disciplinaria. Contando con que Casilla, Varane y Morata son relevos naturales, quedan dos plazas libres. Isco está por delante de James y Kovacic para la del centro del campo y Lucas apunta a tercer punta.
Zidane, con un proyecto masticado por él, tiene deberes. El primero, aprovechar a Bale como jugador hegemónico. El final del curso pasado y la Eurocopa le han revelado como futbolista franquicia. Para eso vino y eso le exigirán si, de una vez por todas, la salud se lo permite al galés. Pero también al técnico le cabe demostrar que el Madrid está para competiciones de largo alcance. Sólo una Liga en ocho años prueba la falta de constancia del equipo, su pereza para sostener el esfuerzo. La afición agradece los esprints de la Champions, pero 32 Ligas le recuerdan al Madrid que siempre tuvo alma de fondista.