366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 4 DE AGOSTO
Pues resulta que Guruceta vendió un partido (1997)
Tal día como hoy, Constant Vanden Stock, que había sido presidente del Anderlecht hasta no mucho antes (ahora lo era su hijo, Roger) confiesa ante la justicia belga que ha sobornado a Guruceta con un millón de francos belgas (unos tres millones de pesetas de la época) para que ayudara a su equipo a eliminar de la Copa de la UEFA al Nottingham. Guruceta había sido el árbitro del partido de vuelta Anderlecht-Nottingham, el 25 de abril de 1984. En la ida habían ganado los ingleses por 2-0. El Anderlecht le dio la vuelta a la eliminatoria con un 3-0 que incluyó un penalti que no fue. (El meta Van Breukelen se quejó al final: «Hemos jugado contra doce».) Después de la confesión de Vanden Stock, la UEFA se hizo cargo del asunto y tras su propia investigación dejó establecido que existió soborno por parte del Anderlecht al árbitro, Guruceta, y el 22 de septiembre de ese mismo año suspendió al club belga por un año para las competiciones europeas y a Constant Vanden Stock de por vida.
El caso había sido destapado por un personaje turbio, de nombre Jan Elst, que se habría encargado de cerrar la operación con Guruceta por encargo del presidente del Anderlecht. Elst grabó las conversaciones y después estuvo tiempo haciendo chantaje a Vanden Stock, al que llegó a sacar 20 millones de francos belgas, unos 60 millones de pesetas, para no hacer público el asunto. Vanden Stock era un hombre de gran fortuna, propietario de la marca de cervezas más importante de Bélgica, y había dado su propio nombre al estadio del Anderlecht. En Bruselas se le consideraba el gran prócer de la historia del Anderlecht, el equipo belga que tradicionalmente ha tenido más peso en el fútbol europeo. Finalmente, Vanden Stock no pudo aguantar más la presión del chantajista, que no le dejaba vivir, y dimitió en su hijo, para retirarse discretamente y ver si así terminaba la persecución. Pero Jan Elst, tras tratar sin éxito de vender (cara) la historia en algún periódico, denunció los hechos en el juzgado, y la policía investigó el asunto. Vanden Stock, investigado e interrogado con toda la seriedad de la justicia ordinaria, acabó por confesar.
Para entonces Guruceta ya no vivía y no se pudo conocer su versión de los hechos. Había fallecido en accidente de tráfico en 1987 (véase el día 25 de febrero), tres años después del partido de autos y diez antes de que estallara este escándalo. El Colegio de Árbitros y quienes fueron sus linieres en el partido (Enríquez Negreira y Crespo Aurré) rechazaron el asunto como una fantasía. Pero las imágenes no ayudan. Comprobada la grabación del partido, el penalti no existe ni por asomo. El delantero Brylle pasa a medio metro del defensa inglés Swain y se tira al suelo. Guruceta está muy cerca y señala penalti.