¿Qué le pareció la gesta histórica de la selección de su país ante Inglaterra? Fue una victoria enorme, un éxito mayúsculo. No hay palabras que puedan describir lo que hicimos. Hemos vivido alguna gran victoria de nuestro deporte anteriormente y nunca es fácil compararlas, pero en términos de magnitud e interés mundial diría que este es el mayor triunfo en la historia del deporte en Islandia. ¿Esa fuerte mentalidad del equipo es también la de todos los islandeses? Estamos juntos en esto, no hay duda. Somos una pequeña nación, y tenemos lógicamente nuestros desacuerdos, pero en el deporte vamos todos de la mano. Incluso aunque hubiéramos perdido frente a Inglaterra, los jugadores habrían vuelto a casa como héroes. ¿Pueden ganarle también a Francia? Por qué no. Ahora vamos al siguiente partido con muchas ganas. Si hemos conseguido ganar a Inglaterra, podemos hacerlo también con Francia, aunque sea la anfitriona y juegue ante su gente. ¿Estará también en Saint Denis animando? Lo voy a intentar. Tengo que cuadrar algún asunto en la agenda porque nadie podía pensar que a estar alturas habría un partido tan importante como este. Sí, seguro que iré. ¿Siente que Islandia se está ganando el corazón de los aficionados? El ambiente es muy bueno y la gente es muy amigable con nosotros. Puedes ir con la camiseta de Islandia por donde quieras en esta Eurocopa y no hay ningún peligro. Déjeme destacar que los hinchas de Inglaterra después del partido nos saludaron muy efusivamente. Es que su gesta trasciende de colores o fronteras... Lo nuestro es una gran victoria para el deporte y una demostración de que aunque seas el más pequeño, puedes avanzar y hacer grandes cosas. Mi mensaje es que si existe una meta, hay que trabajar por alcanzarla. Yendo todos juntos se puede lograr. Han sido las elecciones generales este fin de semana en Islandia y usted ha sido elegido nuevo presidente, ¿puede haber influido la Eurocopa en ellas? Sí, ha habido una mayor sensación de que muchos candidatos enfocaban su mensaje hacia el futuro y el optimismo. Este mensaje ha sido también el del torneo y el de la afición. La gente, como en la Eurocopa, ha querido ser optimista y mirar hacia el futuro, lo que ha beneficiado a candidatos de mi generación. Necesitábamos ese mensaje, ser optimistas, mirar hacia adelante... La Euro nos ha permitido ver que los islandeses debemos ir juntos y que, si lo hacemos, todos podemos conseguir lo que nos propongamos. ¿Cómo es posible que un país con tan poca población esté entre los mejores de Europa? Son sólo 333.000. Ya casi 340.000… Impresiona igual. ¡Pero si el 8% está en Francia desplazada animando a su país! Sí, pero cuando empieza el partido hay once jugadores por equipo. Somos conscientes de que para llegar a donde hemos llegado se necesita una combinación de habilidades, táctica, entrenamiento y confianza, además de un poco de suerte. También es necesario ser bravos. Nosotros lo fuimos. Y cuando eres bravo, por lo general tienes suerte. ¿Qué opina de que el 99,8% de la audiencia en Islandia viera el partido? Es una locura. Yo vi los partidos de la primera fase por la televisión cuando estaba allí en campaña. Los dos primeros me tocaron en dos pequeños pueblos pesqueros en el norte y en el oeste; el tercero lo vi junto a unos amigos en Reikiavik. Todo el mundo está unido en esto. Aunque no estén interesados en el fútbol o en el deporte. Eso es lo que nos hace sentirnos orgullosos de ser islandeses. El orgullo nacional es bueno; la xenofobia y el nacionalismo extremo es malo. Islandia en esta Euro sin duda es lo primero, un gran orgullo para todos.