Draxler, Kimmich y Gómez, el trío que ha cambiado la cara a Alemania
Llegaron a Francia con pocas opciones de ser titulares, pero se han revelado fundamentales para Joachim Löw.
Julian Draxler había completado una gran temporada en el Wolfsburgo, pero fue de más a menos, Joshua Kimmich afrontaba su primer gran campeonato después de que Guardiola le descubriera como comodín del Bayern con sólo 21 años y Mario Gómez parecía ya lejos de la selección tras fichar por el Besiktas. Todos ellos entraron en la convocatoria de Löw de puntillas y llegaron a Francia dispuestos a luchar por jugar algunos minutos. A día de hoy, son el trío que sustenta el juego de una Alemania que está en clara progresión.
Con 22 años, Draxler fue titular en los dos primeros partidos de Alemania ante Ucrania y Polonia y su rendimiento fue, como el del equipo, irregular. Alternó buenos momentos con desconexiones y ante Irlanda del Norte perdió la titularidad. El bajo rendimiento de Götze le ofreció una nueva oportunidad ante Eslovaquia y el extremo del Wolfsburgo se salió. Fue el mejor hombre del partido. “No sé si es el mejor partido que he hecho con Alemania, pero sí uno de los mejores. El entrenador me dijo después del desayuno que iba a ser titular y no iba a desaprovechar la ocasión de nuevo. Estaba desencantado por no haber jugado el último partido y el técnico me pidió desequilibrio y uno contra uno y eso es lo que hice. Con la calidad que hay en este equipo es fácil quedarse fuera del once titular”, aseguró.
Joshua Kimmich es la nueva perla y el futuro del Bayern. Centrocampista de enorme clase y gran inteligencia, Guardiola apostó por él cuando se quedó sin centrales para colocarlo en el eje de la defensa a pesar de tener 21 y no haber jugado nunca allí. Cumplió de sobras y Pep le dijo a la prensa que Joshua podía jugar “donde quisiese”. Löw lo escuchó y ahora ha debutado como lateral derecho ocupando nada menos el vacío que ha dejado un mito como Philip Lahm. “Me da vergüenza que me comparen a Lahm”, reconoció. Löw empezó con Howedes como lateral, pero ahora el puesto es de Kimmich, que ofrece una salida de balón por la derecha con mucho criterio.
Mario Gómez parecía ya olvidado para la Mannschaft tras su triste paso por la Fiorentina, pero en el Besiktas ha perdido peso y ganado gol. Sus 30 tantos esta temporada le llevaron a Francia, donde llegaba, en principio, para ser suplente o un recurso de emergencia cuando las cosas se complicaron. Fracasado el experimento de Götze como falso ‘9’ y con Múller negado de cara a puerta, Gómez ha sido la pieza que ha hecho encajar al resto del equipo. Dos goles en dos partidos le han dado confianza y es tan importante de cara a puerta como abriendo espacios para sus compañeros.
Atrás, una fortaleza
Además de la mejora en la fase de creación y en la finalización respecto al inicio de la competición, Alemania ha mantenido un muro por defensa y es el único equipo que no ha encajado aún ningún gol. La presencia de Khedira da mucho equilibrio a una zaga liderada por un Boateng que está en un momento de forma sensacional. Ha sido hombre del partido en dos encuentros y ha recibido los elogios públicos de sus compañeros y de Löw. Y por si falla todo, en última instancia aparece Manuel Neuer, que no es poco.