“No hemos fallado en ninguna final del Real Madrid”

Juan Antonio y Federico (izquierda y derecha en la foto), forman una de las peñas más singulares del Madrid. ‘Los Dos’ han estado en todas las finales del equipo blanco y acompañan habitualmente a la expedición.

—¿De dónde les viene su afición por el Madrid?

—Federico: Como aquel que dice, de nacimiento. Mi padrino era muy madridista e íntimo de Bernabéu. Llegó a ser socio 1. Le quiso meter en la directiva muchas veces.

—¿A qué se dedicaba?

—F: Era joyero. Tenía la joyería en la Plaza Mayor. Yo soy socio desde 1944. Soy el socio 380. Imagínese, 90 pesetas costó mi primer abono.

—¿Desde cuándo va al fútbol?

—F: Yo iba ya a lo que llamaban la jaula del viejo Chamartín, debajo de donde ponía relojes Koppel. Ahí es donde estábamos antes los más forofos (risas).

—¿Y usted, Juan Antonio?

—Juan Antonio: Soy nacido en Calatayud pero de madre madrileña, y eran todos madridistas. Mi padre también se hizo. De niño me llevaban al fútbol todos los domingos, pero además iba al campo del Madrid y al Metropolitano.

—¡Iban a ver fútbol!

—JA: Pero madridistas. Y socio del Madrid desde 1964. Y de ahí, cada hijo o nieto que ha nacido, socio del Madrid.

—¿Cómo se conocieron?

—JA: En la facultad de Farmacia. Él, Cano, y yo, Cobo, estábamos separados por dos compañeros. Así que desde el primer día que nos juntamos. Madridistas y en la tuna, desde entonces hasta hoy.

—¿Conocían ustedes a los jugadores de la época?

—F: Íbamos a los entrenamientos y a las pretemporadas. Y acompañamos al equipo en los desplazamientos desde 1981. Pero mire, acabo de recordar la primera vez que viajé a ver a un partido en 1947. Mi padrino le habló a mi padre de una peña que iba en autocar a Bilbao. Y para allá que me fui. Paramos en Pancorbo, que en la carretera poco menos que había que empujar el autobús para subir las cuestas. Salimos a las siete de la mañana y llegamos a las diez de la noche.

—¿Cuándo hicieron la peña?

—JA: Eso fue en 1983, en Bratislava. Roberto Gómez estaba en la SER entonces, y nos dijo: “Subir a la habitación que os voy a meter en directo”. Y allí empezó a hablar: “Aquí hay dos seguidores del Madrid, que viajan siempre… Son la peña madridista Los Dos”. ¡Se lo inventó sobre la marcha! (risas). Y así quedó. Desde 1981, ya le digo, hemos ido a todos los viajes de Copa de Europa.

—¿Han estado en todas las finales de Copas de Europa?

—JA: En todas. Bueno, yo no fui a una por un problema. Pero claro, a las cinco primeras fuimos por separado. Tenga en cuenta que nos conocimos en el 55.

—¿Cómo fue la Primera?

—F: En el Parque de los Príncipes. Yo era un niño de 18 años. Se me hace la boca agua de pensarlo. Fuimos en autocar. El viaje duró una semana.

—¿Una semana?

—F: Salimos de metro Sevilla. Desayunamos en Lerma, dormimos en San Sebastián. El segundo día pasamos la frontera y dormimos ya en Francia. Y después, a París. Volvimos durmiendo en Burdeos y Burgos.

—¿Y en París?

—F: En los Cabarets, en los ‘streaptease’, había que sacar a alguien y todos empezaban: “¡Al niño, al niño!”.

—¡Se lo pasó bomba!

—F: Imagínese qué tiempos eran que nuestra atracción era ir al andén del metro para ver a los novios despedirse.

—¿En París?

—F: Sí, sí… Era curioso. Se ponían contra la pared la fila de novios y pasaban los vagones y las chicas no se iban, seguían besándose. Y al buen rato se metían. Eso en España no se veía, claro. Nosotros en un tranvía lo más que veíamos a una mujer era el tobillo (risas). Imagínese aquello, ver a una señorita con las tetas al aire.

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