Irene Villa: "Simeone da un ejemplo de valores al mundo"
En 1991 fue víctima de un atentado de ETA, perdió las piernas y desde entonces es ejemplo de superación. En 2014 Simeone le pidió que diera una charla a la plantilla.
—¿Qué significa el deporte en su vida?
—El deporte ha sido un antes y un después, porque necesitas sentir que no te cuesta levantarte, que puedes mover las prótesis… Eso te lo da el deporte. Aunque también te permite estar en contacto con otras personas con distintas discapacidades, con sus historias de vida. Eso nos enriquece a todos. El espíritu humano es inquebrantable. y uno llega hasta donde se propone si tiene coraje y disciplina. El deporte tiene valores que son imprescindibles en la vida: esfuerzo, solidaridad, coraje. Tienen que ser nuestro pan de cada día.
—¿En qué momento decidió que quería hacer deporte y afrontarlo sin sus piernas?
—Yo hice mucho deporte antes del atentado. Jugaba al baloncesto, patinaba sobre hielo. Siempre corría. Y después del atentado descubrí una fundación que potenciaba el deporte adaptado. Y empecé a montar en bici, a probar la vela, la piragua, el baloncesto en silla de ruedas. Todo tipo de deportes que existen se pueden adaptar. Me enamoré de todos. Pero más del esquí porque fue el que más me costó. Me caía constantemente. Pero no paré hasta formar parte del primer equipo de esquí adaptado del mundo. Competir, y después de muchas lesiones, de caídas, de fracasos, de desconsuelo llegaron los éxitos y las medallas.
—¿El fracaso le motiva?
—Sí, a mí me gusta mucho el fracaso. Es lo que más me motiva. Estoy acostumbrada a que la vida te frena. Y con el esquí me pasaba eso. La derrota me motivaba para seguir compitiendo.
—Ante tantas lesiones, ¿no le desalentaban sus padres?
—Sí, claro. Mi padre me decía: “¡Déjalo ya! Ya no hay nada que demostrar”. Yo no quiero demostrar nada. Yo quiero aprender y ser feliz en un monoesquí. Y quiero terminar una carrera en condiciones, y hacer buenas marcas. Y fue así.
—¿Y cómo empezó el contacto con Diego Simeone?
—Diego es un sol de persona, encantador, me llamó por teléfono. Fue cómico porque me llama mi marido y me dice: atiende al teléfono que va a llamarte Simeone. No me lo podría creer. Toda mi familia es del Atlético. Yo lo admiraba mucho. Y cuando me llama me dice: “Tenemos un partido importante en Bilbao y queremos una motivación extra”. Me quedé paralizada porque que el mayor motivador que existe en el mundo me llame para darle una charla a su equipo fue un privilegio y un honor.
—¿Qué sintió cuando entró en ese vestuario?
—Fue impactante. Fue en el hotel donde se concentraban. Al principio la mirada extrañada. Y preparé mi presentación ¨Saber que se puede¨ (el nombre también de su último libro) y fueron entrando los jugadores, los ídolos, yo aluciné. Estaba muy nerviosa porque estaba Villa y gente maravillosa como Koke, Juanfran... Se fueron sentando con cara de ¿y esta de qué nos va a hablar? Y cuando empezó la charla se emocionaron, porque mostré imágenes impactantes de lo que fui y lo que soy.
—¿Qué cree que fue lo que más les motivó?
—Es bastante impactante verme tirada en la carretera, era una niña. Y esas imágenes tan dantescas, mi madre buscándome para saber si estaba viva... Y perdonar aquello y elegir vivir. A pesar de no tener piernas, algunos dedos... Luego me centré en la fase deportiva, intentando encontrar esas similitudes con un equipo que tiene una fuerza interior que otros no tienen y desean tener. Creo que les impactó luego la historia deportiva. Me lesioné. Tuve una caída muy grave, y eso no me alejó de la competición. Al contrario. Yo creo que ahí los chicos se dijeron así mismos: ¨Tenemos que salir a luchar¨.
—Su historia de superación les motivó para conseguir la victoria y luego ganaron la Liga y llegaron a la final de Champions.
—Cada uno tiene su propia historia de superación. Diego Costa estaba lesionado. Luego marcó un gol importante para ganar el partido. Así que, para mí, misión cumplida y muy feliz. Pero ha sido un trabajo impresionante del Cholo. Sólo aporté mi granito de arena. Y ojalá que les siga sirviendo. Yo siempre les envío un mensaje antes de cada partido. Ellos dan una lección de humildad, de esfuerzo, de lucha... Son impresionantes.
—¿Qué es lo más importante que tiene el Cholo como líder?
—El Cholo está dando un ejemplo al mundo de valores incuestionables y necesarios. Compartimos valores de vida: el esfuerzo no se negocia; paso a paso; partido a partido. Así se consiguen las cosas: escalón a escalón, y que cada vez la meta sea más grande. Y para mí ha sido un honor y un privilegio. Luego vinieron episodios cómicos. Gente del Barca diciéndome: “Préstanos al Cholo, Irene”. (Risas). Es un motivador que sabe sacar la potencialidad que cada uno tiene. Y hacerlo en equipo, que es lo más difícil, para que la suma de todas esas potencialidades alcance los objetivos.
—Pero ya es intransferible, es usted del Atlético, ¿no?
—¡Pues claro! Mira que yo no lo era, mi marido, si bien es argentino, no es fan del fútbol. Pero el Cholo me fanatizó totalmente. Me sentí tan identificada con sus valores, con su manera de sentir… Ahora estoy esperando que el 28 de mayo ganen la Champions, que se lo merecen.
