El Sevilla se cree capaz de todo
Euforia y más hambre en los de Unai Emery, elogiados en toda Europa. El Sevilla ha ganado casi el 70% de finales en la última década.
Qué grande es este club”, presumió José Castro en las entrañas del Sankt Jakob Park de Basilea casi cerca de la una de la madrugada del miércoles. Fue lo último que dijo antes de subirse al autobús del Sevilla, por el que corría la cerveza. Rami se grababa un vídeo para compartir en las redes sociales, a la madre de Coke casi la mantean en un McDonald’s, Vitolo hablaba envuelto en una bandera canaria y Gameiro le daba una cariñosa colleja y un abrazo a Monchi. El director deportivo del Sevilla había bajado al vestuario, como casi siempre, en el descanso. Todos hablan de un discurso inolvidable de Emery a los jugadores que terminó con estas palabras: “Olvidaos de todo y pensad que estáis jugando en el Sánchez Pizjuán”. Los resultados están a la vista.
El repóker del Sevilla en la Europa League fue recibido con aplausos por la prensa mundial. L’Equipe tituló “Triple Corona” y recordó a Deschamps que es “la mejor temporada en la carrera de Gameiro”. La Gazzetta fue más explícita aún: “Pocas certezas hay en la vida; una es que el Sevilla gana la Europa League”. Olé le conminó a pelear en el Calderón: “Sevilla League; ahora, a por la Copa”. Los ingleses se centraron en la decepción red con su humor ácido. “Coke Zero”, fue la portada de The Sun.
El trofeo llegó al aeropuerto de Sevilla a las cinco de la mañana, donde esperaba a la plantilla un centenar de fieles. Los jugadores, muchos de ellos aún embutidos en la camiseta del partido, se explayaron en el viaje de vuelta. Mucha emoción. El vuelo se retrasó y eso hizo variar el plan de Emery, que concedió el día libre. Pero esa distensión no tiene nada que ver con el hambre. Ganar al Liverpool ha supuesto un subidón de autoestima y energía gratis para el Sevilla, que ha olvidado el cansancio y se cree capaz de todo en la final de Copa. En el vestuario existe el convencimiento de que podrán competir con el Barça. Para ello, se basan en los tres enfrentamientos de la temporada: 5-4 en la Supercopa de Europa, 2-1 para el Sevilla en Nervión y 2-1 para los azulgranas en el Camp Nou. Eso, por no hablar del porcentaje del Sevilla en las finales en la década prodigiosa. Ha ganado las cinco finales de Europa League y las dos de Copa del Rey que ha jugado. Ganó una de las dos Supercopas de España que disputó y sí tropezó más en la Supercopa de Europa, donde sólo ganó una de cuatro, aunque la edición de 2007 tiene asterisco: apenas habían pasado tres días de la muerte de Antonio Puerta. Poniéndole cifras, el Sevilla ha tenido éxito en el 69,23% de las finales. Y que no se conforma con esto se explica en un detalle. En medio de la celebración en el césped del Sankt Jakob Park, el capitán José Antonio Reyes, llamó la atención de la plantilla: “Todos para el vestuario, que el domingo tenemos otra final”.
De pronto, ha explotado el recuerdo de la final del Bernabéu ante el Getafe en 2007, cuando Madrid fue una marea blanquirroja. Los que tenían entradas quieren estar ya y los que no, la buscan desesperadamente por si hay suerte. Emery también quiere que en el Calderón sus jugadores sientan a la “familia roja y blanca del Sánchez Pizjuán...”.