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COPA DEL REY

Un juez decide hoy si se permiten las esteladas en la final de Copa

Javier Tebas: “Son símbolo de los que defienden la destrucción de España”. División interna en los partidos por la medida de Dancausa.

Un juez decide hoy si se permiten las esteladas en la final de Copa
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El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 11 de Madrid, cuyo titular es Jesús Torres Martínez (ejerció antes en Guadalajara y Bilbao, ha elaborado trabajos sobre Urbanismo y corrupción en el ámbito local y ha dictado algunas sentencias especialmente rápidas en su carrera), resolverá de urgencia hoy el recurso presentado por la asociación de abogados Drets contra la prohibición de que se exhiban banderas esteladas en la final de la Copa del Rey, que juegan este domingo Barcelona y Sevilla, dictada por la Delegación del Gobierno en Madrid. El Barça también presentó recurso contra una medida que ha generado una tremenda bronca política. Sea cual sea la decisión, el club ya ha anunciado que su junta estará en el estadio Calderón, aunque no ha precisado si se sentará en el palco.

Javier Tebas, presidente de la LaLiga, respaldó la decisión de Concepción Dancausa, delegada del Gobierno en Madrid: “Esas banderas son símbolos de quienes defienden la destrucción de España. Y eso, en el contexto de una Copa de España, no es libertad de expresión. Tiene sentido que, por preservar el orden público, sean prohibidas. Respeto que ondeen en los partidos de Liga, no en el ámbito de la Copa. Exhibirlas es una pseudoprovocación”.

Dancausa, que declinó hacer declaraciones a AS, defendió en Onda Cero su decisión argumentado razones de orden público: “La estelada no es una enseña legal ni representa a todos los catalanes. Es ajena al deporte y puede emplearse como elemento de propaganda política. Tenemos que evitar conflictos”. Dancausa recuerda que ya se prohibió su exhibición durante el último Real Madrid-Barcelona de Liga por idénticos motivos y que el hecho de que vayan a ser movilizados 2.500 agentes prueba la inquietud por la seguridad del choque. También responsabiliza a la Federación de posibles incumplimientos. El Barça, por su parte, pretendió que el órgano que preside Ángel Villar, en su condición de organizador, mediase en el conflicto. No obtuvo respuesta.

El Gobierno salió en tromba en defensa de Dancausa. Mariano Rajoy aseguró, en charla informal con los periodistas, que la medida sólo pretende velar por la seguridad del evento. Dos de sus ministros, el de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el de Justicia, Rafael Catalá, fueron más contundentes. “La estelada está fuera del orden constitucional”, señaló el primero. “Es sorprendente que alguien se sienta ofendido sólo porque se aplica la ley”, precisó el segundo. Sin embargo, el coordinador general del PP en Cataluña, Xavier Albiol, discrepó: “Si la delegada del Gobierno lo ha decidido, tendrá sus razones, pero yo no soy partidario de prohibir banderas”.

También en el PSOE se apreciaron divisiones. Su secretario general, Pedro Sánchez, advirtió que “no compartiendo el significado de las banderas, la prohibición no es el camino. Un fuego no se frena con gasolina”. Compañeros de formación como Eduardo Madina o Ángel Gabilondo respaldaron su tesis, pero el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, calificó de “buena decisión” la medida de Dancausa: “Está en su derecho de hacerlo cuando un espectáculo deportivo quiere convertirse en otra cosa”.

Tampoco hubo unanimidad en Ciudadanos. Albert Rivera, su líder, estuvo a favor de la prohibición: “Un estadio no es un Parlamento. Yo no llevaré banderas de Ciudadanos”. Su portavoz en el Parlament catalán, Carlos Carrizosa, en cambio, mostró una opinión contraria: “Nosotros no nos hubiésemos metido en ese lío”. Los representantes de Podemos fueron unánimes en la censura.

En Cataluña, concejales de CDC, ERC y la CUP en el Ayuntamiento de Tarragona se ausentaron de un acto del Rey Felipe VI en la ciudad como protesta por la prohibición. De hecho, la CUP llamó a la desobediencia contra una medida “injusta y provocadora” y animó a la afición culé a llevar esteladas al Calderón.

La polémica resucita la provocada por la pitada al Himno y al Rey que se produjo en la final de 2015, que enfrentó al Barça y al Ahtletic en el Camp Nou. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu archivó la denuncia por posibles delitos de injurias al jefe del Estado y ultraje a los símbolos al considerar que en 2009 ya se desestimó una querella de la Fundación Danaes por un hecho similar. Sin embargo, la sección tercera de la Sala de lo Penal, a instancias de la Fiscalía, le ordenó reabrir la investigación al entender que los hechos pueden ser delictivos atendiendo “al ambiente institucional” provocado por el independentismo catalán.