Aniversario: “Aquí fabricamos la Copa de Europa ye-yé”
Amancio, Pirri, Pachín y Santamaría se reunieron ayer en el Arcipreste de Hita en el 50 aniversario de la sexta Copa de Europa del Madrid.
El Arcipreste de Hita era mucho más que un hotel. Fue nuestra segunda casa”. Así se expresa Enrique Pérez Pachín (Torrelavega, 28-12-1938). A su lado asiente José Martínez Pirri (Ceuta, 11-3-1945): “Ahí abajo, donde ahora hay una piscina, estaba una pista de tenis. Jugábamos al fútbol-tenis y el resto de horas las pasábamos jugando a las cartas, paseando por el pantano, comiendo de lujo...”. Ramón, hijo de Ramón Moreno Grosso (fallecido en febrero de 2002), alimenta la mística de este emblemático alojamiento en el que el Madrid se concentraba en los años 60 y 70: “Mi padre se pasaba tantas horas aquí que decidió comprarse una casa en Becerril de la Sierra, cerca de Navacerrada, para que mi madre y mis hermanos pudiéramos verle...”.
Los ye-yés. El pasado día 11 se cumplieron 50 años de aquel histórico partido que enfrentó en Bruselas al Madrid de Muñoz con el Partizán. A Santamaría (Montevideo, 31-7-1929) le tocó verlo desde la grada del estadio Heysel, pero advierte de la proeza alcanzada: “Esa Copa de Europa estaba diseñada para el Inter de Luis Suárez, que era un equipazo, pero los eliminamos a lo grande en semifinales...”.
Con motivo de tan significada efeméride, todos se reunieron ayer en el Hotel Arcipreste de Hita, a los que se unió Eva, hija de Manolo Velázquez (fallecido hace cuatro meses). Del once titular de aquella final con los yugoslavos faltaron Araquistain (vive en San Sebastián), Serena (en Pamplona), Manolo Sanchís (disculpó su ausencia por motivos de salud) y Paco Gento, Presidente de Honor del Madrid.
Antonio Herrero y Ángel Mozo (director y gerente del Arcipreste) ejercieron de maestros de ceremonias en un acto familiar y entrañable que sirvió para rescatar anécdotas impagables de aquellas concentraciones que tan buena suerte le dieron al Madrid: “Aquí se fabricó el espíritu de aquella Copa de Europa de los ye-yés. Un equipo con once españoles que tenía un coraje que pudo con todo”, rememora Amancio (La Coruña, 16-10-1939).
Antonio regaló una placa conmemorativa de estas Bodas de Oro a los veteranos, mientras que recordaban que Navacerrada fue el epicentro hostelero del Mundial de España en 1982: “Aquí estaba España con Santamaría al frente, la Francia de Platini en La Barranca e Inglaterra en el Hotel La Endrina”. Además, al AS le regalaron una foto del reportaje publicado por este periódico en el año 2000 con los once ye-yés (la recogió Pedro Pablo San Martín). Ya no están Grosso, Zoco, Velázquez y De Felipe. Pero su espíritu sigue vivo. En Navacerrada. Un paraíso.
