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EL CLÁSICO | VICENTE BOLUDA

“Sin Cristiano lucharíamos con tirachinas ante el Barcelona”

Boluda hizo una labor pacificadora muy reconocida por la masa social de la entidad: con él se votaba en secreto en las Asambleas y el voto por correo en las elecciones era limpio.

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“Sin Cristiano lucharíamos con tirachinas ante el Barcelona”

Barcelona - Real Madrid en directo

—¿Cómo fue su experiencia como presidente en los Clásicos?

—En realidad, horrorosa.

—Le tocó vivir el 2-6...

—Y encima teníamos muchas esperanzas depositadas en aquel Clásico, porque si lo hubiéramos ganado, nos quedábamos a un punto del Barcelona.

—Fue una gran decepción.

—Veníamos peleando una gran remontada con Juande Ramos. Fue un partido muy raro, de todas formas. Todos los goles vinieron por el mismo sitio...

—¿Cómo recuerda los momentos previos al partido? ¿Llegó a hablar con los jugadores para motivarles?

—No, yo nunca lo hacía... Ellos son lo suficientemente responsables y sabios para interpretar la importancia del momento. Cuando el presidente se deja ver con los jugadores antes de un partido puede quedar bien de cara a la galería, pero ni a ellos les gusta ni creo que sea lógico. Ni sirve para nada...

—¿Y después del partido?

—Yo siempre pasaba a felicitar al árbitro. En esta ocasión, entré a nuestro vestuario para decirle a Juande que había que seguir apretando lo que quedaba de Liga.

—¿Qué vio en el vestuario?

—Estaba todo el mundo hecho tabaco. Estaban todos los jugadores destrozados y con un disgusto terrible.

—¿Tiene esa espinita clavada usted por aquel Clásico?

—Hombre, yo lo que hice fue intentar arreglar institucionalmente el Madrid, devolver la democracia al club cambiando el sistema del voto por correo y que en las asambleas se votara de manera secreta. Y eso fue lo que hice y por eso me quedé tranquilo. Fue una época muy complicada para mí, tenía que estar parando los golpes que llegaban desde dentro y desde fuera. Pero hicimos las cosas bien.

—¿Lo cree así?

—Hombre, el siguiente presidente, que fue Florentino, entró sin ningún problema y con el camino expedito. E incluso se encontró con un Cristiano Ronaldo ya firmado.

—¿Es verdad que lo fichó Ramón Calderón?

—Fue el que más se esforzó por el tema, desde luego. Consiguió firmar un documento, que en un momento dado se pudo quitar o cambiar y que yo mantuve ya como presidente hasta que llegó la fecha en que expiraba, el 1 de junio...

—Y ahí empezó la dualidad Messi-Cristiano.

—Sin Cristiano en el Madrid, lo del Barça hubiera sido luchar uno con tirachinas y el otro con bombas atómicas. Y eso no quiere decir que el resto de la plantilla del Madrid no sea buena.

—¿Por qué el Barça tiene más éxitos en los últimos tiempos?

—Porque se trata de componer un buen equipo. Y eso es lo que tiene el Barcelona, un buen equipo. Independientemente de que tenga buenos jugadores, que el Madrid también los tiene, el Barça ha construido un equipo. Esa es la palabra clave.

—¿Si se gana este Clásico hay Liga?

—Si me pregunta que cómo veo el Clásico le diré que con esperanza, porque soy del Madrid. Yo creo que vamos a ganar. Luego pasará lo que tenga que pasar. Otra cosa es que aun ganando, haya Liga. Está muy complicado. Nos dará mucho ánimo y podremos ganar las siete jornadas que quedan, pero ya no está en nuestra mano.

—¿Cómo le trataron en el palco del Camp Nou cuando fue como vicepresidente del Madrid?

—Fenomenal. Espléndidamente. Otra cosa es que haya una rivalidad deportiva, que de eso también se termina disfrutando. Pero el trato que yo viví de la directiva del Barça con Laporta como presidente fue exquisito.

—¿Tiene algún recuerdo especial de los Clásicos de su infancia?

—Tengo muchos recuerdos en general. Yo crecí en Valencia y los Clásicos eran el tema principal de análisis en los bares, escuelas y en cualquier comercio. Durante toda la semana. Tenga en cuenta que en las provincias aún se comentan más estos partidos que en la capital.

—¿Sí?

—Hombre, en otras ciudades los aficionados de Madrid y Barça están más repartidos, hay como dos bandos gigantes, y los debates se generan constantemente. En Madrid habrá mucha menos gente del Barça... Así que, a veces, fuera de Madrid se viven los Clásicos más intensamente. Con los derbis sí que hay ambiente en la capital.

—Tiene su lógica...

—Recuerdo una conversación que tuve con Di Stéfano. Me encantaba hablar con él y creo que a él le gustaba estar conmigo. Él siempre me decía que el rival del Madrid no era el Barcelona, que era el Atlético del Madrid.

—¿Y usted qué le decía?

—Que puede que hace 30 ó 40 años sí, pero que ahora es el Barcelona... Es una de las varas de medir de cualquier presidente del Madrid.