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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 12 DE MARZO

Warthon en el «Jubilee Festival of Football» (1887)

Warthon en el «Jubilee Festival of Football» (1887)

Estábamos en plenas discusiones por la aprobación del profesionalismo cuando se celebró el Jubileo de la reina Victoria, que cumplía cincuenta años en el trono de Inglaterra. La ocasión fue aprovechada para hacer una paz entre las dos facciones, los profesionales y los aficionados, mediante el que se llamó el «Jubilee Festival of Football». Además de ser un acto de paz, significó  el primer reconocimiento del fútbol como hecho social relevante. El propio príncipe de Gales, que  más adelante subiría al trono con el nombre de Eduardo VII, acudió al partido y saludó en el descanso a los capitanes de los dos equipos. El partido enfrentó al Preston North End, profesional, tenido por el mejor equipo del momento, y al Corinthians, que durante muchos años sostendría aún en alto la bandera del fútbol amateur. El partido terminó en empate a uno. Asistieron 10.000  personas y el encuentro constituyó el bautismo de respetabilidad del fútbol.

Y ofreció otra singularidad: la meta del Preston North End estaba ocupada por el primer futbolista profesional de raza negra, Arthur Warthon. Warthon era natural de Ghana, donde  había nacido en 1865 en el seno de una familia muy acomodada que le había enviado a  Londres a fin de estudiar para pastor metodista. Pero una vez en Londres, el fútbol le capturó y olvidó los estudios. Saltando de equipo en equipo alcanzó la portería del Preston North End y se convirtió en una celebridad. Era un portero ágil y espectacular, pero extravagante, que gustaba  de alardes como colgarse del larguero o dar saltos con el balón comprimido entre los muslos. También fueron célebres sus despejes de puños, en los que enviaba los pesados balones de la época a distancias entonces inimaginables. Eso le hizo el favorito de algunos públicos, pero al tiempo le provocó el rechazo de las capas biempensantes del fútbol. En más de una ocasión se discutió si debía ser seleccionado para el tradicional partido anual Inglaterra-Escocia (el único partido internacional que se jugaba por aquellas fechas), pero finalmente era descartado una y otra vez por sus maneras extravagantes.

Warthon, un superdotado para el deporte, también fue profesional en el críquet y según algunas informaciones habría corrido la prueba de las 100 yardas en 10 segundos, en los campeonatos  atléticos nacionales disputados en julio de 1886.

Con el Preston North End disputó bastantes partidos de Copa, pero no llegó a figurar en la liga, porque dejó el club justo en 1888, cuando empezó el campeonato. Luego jugó en varios equipos de segunda línea de Yorkshire y de Lancashire, que se disputaban su presencia para elevar la asistencia de público y le pagaban bien: Rotterdam Town, Stalybridge Rovers (equipo que fue  conocido como la «Warthon’s Brigade»), Aston, North End y Stockport Rovers, donde se hizo  célebre el cántico en su honor Good Old Warthon. Su única aparición en un partido de liga se  produjo ya en 1895, con el Sheffield United, donde llegó ya veterano y chocó con el gigante Bill  Fatty Foulke, que le ganó en la pelea por la titularidad. A la vista de ello, decidió regresar al  Rotterdam Town, en Segunda División, donde se mantuvo hasta el final de su carrera. Luego  trabajó de minero, empujando vagonetas. Murió de cáncer a los sesenta y cinco años, en 1930,  y fue enterrado en una tumba de tercera clase. Pero en 1997 sobre su tumba se edificó un  memorial en homenaje a un hombre que ocupó una posición singular en el fútbol de los primeros tiempos de este deporte.