Luis Enrique, por segunda vez, prefirió no mirar a su banquillo

Volvió a repetirlo. Y no es una crítica en pleno festival. Es una simple realidad que demuestra que mejorar el once de gala del Barça es muy complicado y estropearlo demasiado sencillo. Luis Enrique tampoco hizo ningún cambio esta vez en el Emirates pese a que Busquets estaba tocado y a que la exigencia del partido contra el Arsenal hizo que todo se resolviera al final, con el desgaste que ello supone. El técnico del Barça prefirió jugar todo el partido con su mejor once, el que le dio la Champions en Berlín, (Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Alba; Busquets, Rakitic, Iniesta; Messi, Suárez y Neymar) y no hacer sustituciones. Algo que ya hizo contra el Valencia en Mestalla el pasado 5 de diciembre. Ese día puso al mismo once que anoche, pero la jugada no le salió bien (1-1).

Luis Enrique tuvo en Londres a un banquillo formado por Bravo, Vermaelen, Adriano, Mathieu, Aleix, Sergi Roberto y Munir. De todos ellos, sólo el central francés llegó a calentar por unas molestias de Busquets. Después nadie más se movió por la banda. "Me pidió el cambio y si no está tieso del todo, sigue. No tiene lesión. Es muy importante para nosotros. Lo vi tan bien todo que pensé que mejor no tocar nada. He pensado, no cambies nada. No la líes", dijo en sala de prensa. En Mestalla tenía como revulsivos más de lo mismo (Ter Stegen, Adriano, Bartra, Vermaelen, Munir, Sandro y Samper). Y el asturiano explicó así su decisión: “En Mestalla me gustaba lo que veía, había buen rendimiento y por eso no hice cambios”.

Lo cierto es que Luis Enrique ha tenido que explicar varias veces sus decisiones con los cambios. Ante el Villanovense, en Copa, por no hacerlos, llegó a dejar al equipo con diez tras una lesión de Mathieu. Prefería no arriesgarse a más lesiones con la eliminatoria ya resuelta. “Estaban fríos y no quería correr el riesgo. No es ninguna falta de respeto al Villanovense ni a su entrenador no querer hacer el cambio, pero pido disculpas si alguien lo ha sentido así, pero volvería a hacer lo mismo”, explicó. Y luego ante el Deportivo volvió a surgir el debate por desconcertar al equipo haciendo cambios. Sergi Roberto y, especialmente, Munir y Mathieu, entraron al partido sin la concentración suficiente. El delantero estuvo frío y el defensa, dormido en el 2-1 de Lucas Pérez. Ese día, tras un 2-0, el Barça empató y perdió dos puntos. “Me encanta hacer cambios, dependiendo de lo que vea. Quizá esperaba otra cosa de ellos y me lo apunto. Igual fue un error mío. Lo que ha sucedido ha sido cuando ellos han salido. Es responsabilidad mía”, dijo aquella tarde.