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ROMA - REAL MADRID

Spalletti: “Carlo Ancelotti es mi gran maestro y el de Italia”

Explica a AS como vive su segunda etapa en el Roma. Lo tiene todo estudiado para medirse al Madrid: “Los conozco bien de cuando les entrenaba Ancelotti”.

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Luciano Spalletti.
Luciano Spalletti.Jesús Á. Orihuela
AStv

Su primera etapa en el Roma supuso una revolución. ¿Cómo lo vivió?

—Todos los entrenadores mezclan sus ideas con la calidad de los jugadores que tienen a su disposición. Yo llegué a aquella solución, el 4-2-3-0: ese cero no se sabía dónde estaba, podía estar en cualquier parte, y era un jugador fenomenal que se llamaba Totti.

—¿Se siente un salvador del Roma?

—El Roma estaba viviendo un momento difícil y decidieron cambiar. Yo creo que se equivocaron, porque para mí la mentalidad que hay en el extranjero ayuda al fútbol: el entrenador no se discute por unos resultados malos, hay que esperar...

—Entonces no está de acuerdo con el despido de Benítez.

—Está claro que un presidente debe tutelar su empresa, pero en Italia los entrenadores se cambian demasiado. A un técnico hay que darle fuerza. Yo siempre digo: “Prefiero utilizar el mejor once en lugar de los once mejores”.

—¿Es más un entrenador de equipo que de nombres propios?

—Hay que cuidar las dos cosas, ponerlas en conexión.

—¿Qué fue lo primero que le dijo a los jugadores cuando volvió?

—Que volví porque entrenar al Roma es una sensación maravillosa, sólo quien lo hizo puede entenderlo. Soy hincha de este conjunto, te acaba entrando en la sangre. ¿Es usted hincha del Madrid?

—¿Cómo lo sabe?

—¡Es demasiado fácil ser hincha del Madrid! (risas).

—¿Teme lo que pueda suceder en la eliminatoria?

—Conozco bien a los ‘merengues’, los vi jugar varias veces cuando los entrenaba un gran amigo mío...

—¿Quién?

¡Carlo Ancelotti!

—¿Le conoce?

—Es mi gran maestro. Lo estaba haciendo genial, como siempre, en cualquier sitio al que va. Ancelotti es el mejor que tenemos en Italia, y aquí tenemos la mejor escuela de técnicos: estamos por todo el mundo.

—¿Qué aprendió de él?

—Todo. Cada vez que ceno con él intento aprender todo lo posible de lo que me dice sobre fútbol, es una gran persona y un gran entrenador.

—¿Es difícil tener sentado a Totti?

—Yo entreno al Roma, no sólo a Totti. Mi objetivo primario son los resultados, y elijo en función de eso, no en función de la historia de un jugador.

—¿Cómo es su relación con el capitán?

—Desde mi punto de vista, perfecta.

—¿Y desde el de Totti?

—¡Debe preguntárselo a él! (risas).

—¿Qué rol le gustaría que tuviera en el Roma?

Es un jugador que te da luz en la fase ofensiva, en la búsqueda de la calidad. Pero depende también del rival si puedes utilizar las cualidades, renunciando a las que no puede darte. Él puede ponerte un balón perfecto, pero si el equipo necesita presionar para él es más difícil retroceder 40 metros para hacerlo. Depende de la fuerza del rival: a veces el equipo puede aguantar la falta de carrera de un elemento, pero en este momento el Roma no puede, no es capaz. Hace falta calidad, pero también mucha fuerza y disponibilidad. Ahora tenemos que, como se dice aquí, “raspar el fondo del barril”. Sólo así podemos devolver al Roma un nivel donde se puedan empezar a hacer otros razonamientos. Hasta entonces, no hay espacio para sentimientos: sólo trabajo, sólo la fuerza, y sólo la carrera.

—¿Cree que lo va a entender?

—No lo sé, yo hago mi trabajo. Yo respeto muchísimo su historia y su calidad, pero a mí me hacen falta resultados.

—¿Ve a De Rossi más como medio o como líbero?

—Puede hacer los dos papeles. Tiene 31, está en su plenitud. Aquí, además, tenemos muchos mediocampistas muy buenos, y yo tengo que equilibrar todo.

—Arriba es Salah su hombre más en forma. ¿Cómo va de su lesión?

—Es un chico muy tierno, buena persona. Me habría hecho daño si no estuviera disponible. Tiene mucha calidad. Tú lo organizas todo, luego llega él y te cambia el partido con una jugada. El Madrid tiene varios así...

—Las dudas de su Roma son dos, si jugará con o sin nueve y si lo hará con dos o tres centrales…

—¿Es periodista o un colaborador de Zidane? Todo se sabrá... Lo importante son los conceptos. Ahora muchos equipos presionan enseguida cuando pierden el balón. Lo hace el Barcelona, el Bayern... El Madrid a veces no lo hace tanto, pero usa sus armas, cada uno tiene sus estrategias.

—¿Qué opina del Zidane entrenador?

—Dio mucho al fútbol, lo recuerdo bien en la Juventus. Era un jugador fantástico, un líder... y cuando eres así, con este carácter, convertirte en un entrenador se hace más fácil. Él tiene el respeto de todo el mundo y eso le ayuda en el impacto de su nuevo papel. Es un grandísimo.

—¿El carisma es suficiente?

—Es suficiente la personalidad y el poner en los sitios adecuados a los jugadores para sacar el máximo provecho de su calidad: eso te hace ganar su respeto.

—¿Cómo convence usted al futbolista?

—Lo importante es no mentirle. Se dan cuenta enseguida y te ponen caras raras. Para ganar su respeto tienes que ser leal y mostrarles el camino. The Roma way... nuestro camino, nuestra idea. No acepto que se diga que aquí no se trabaja bien. Se decía en mi primera etapa y se dice ahora. ¡Es mentira, son gilipolleces! En cuanto a convencer, tengo otro dicho: “El respeto se gana, el miedo se impone”.

—¿Cuál es el jugador más importante en la dinámica de juego del Madrid?

—Bueno, creo que hay un chiquillo por ahí rondando que se llama Cristiano... (ríe).

—Pensaba que diría Modric.

—Ya lo miramos en mi etapa en el Zenit, pero era inalcanzable. Al club y a mí como entrenador me habría gustado mucho tenerlo.

—¿Y Kroos?

—Allí son todos muy buenos, todos. Pero lo que tiene Cristiano es imposible... Tener esa calidad es muy dificil, la velocidad, la fuerza. Lo conozco muy bien, con el Roma jugamos ante su Manchester seis veces.

—¿Va a hacer algo especial para pararle?

—Hace falta un jugador con su misma velocidad y con personalidad, no tiene tener miedo a enfrentarse con él.

—¿Pueden ganar al Madrid?

—Desde luego lo que no vamos a hacer es pedir un certificado médico para no jugar (risas).

—¿Qué técnico le gusta más de España?

—Hay varios... A Emery lo vi en Rusia, sus jugadas a balón parado, me gustaba... Los españoles tienen calidad. Me estimula ver lo que conseguirá hacer Zidane con el Madrid. Tenía tanta fuerza como jugador, estoy convencido de que sabrá como transferirla en un vestuario y a sus futbolistas. Sino no sería él...

—¿Cuál fue su referencias en sus comienzos?

—Me gustaba mucho Sacchi, revolucionó el fútbol. Dio mucho a este deporte. Hoy hay entrenadores que enriquecieron la profesión. Giampaolo, Sousa, Sarri, Ventura, Montella, Maran, Di Francesco... en Italia tenemos a varios muy buenos.

—Luis Enrique y Benítez en Italia tuvieron dificultades... ¿Es verdad que los entrenadores españoles no son aptos para el fútbol italiano?

—Es casualidad. Sí es cierto que cuando un italiano va al extranjero se le respeta mucho, se intenta aprender de su filosofía. Al revés, cuando un extranjero viene a Italia, se le quiere obligar a razonar como los italianos. No se les espera, no estamos listos para absorber su mentalidad, eso es un defecto nuestro.