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ATLETICO DE MADRID | LA INTRAHISTORIA

Berizzo no saludó a Simeone por el fichaje de Augusto

El técnico del Celta intentó frenar la marcha del argentino, pero la operación ya estaba encauzada. Su baja le sentó muy mal a Berizzo.

Madrid
Berizzo, durante el partido.
Berizzo, durante el partido.LALO R. VILLAR

El caso Augusto ha dejado algo enturbiada la relación entre dos compatriotas y fue palpable en Balaídos el domingo. No hubo saludo entre Berizzo y Simeone previo al pitido inicial. El técnico local no fue al encuentro del visitante. Sí lo hubo entre el entrenador celeste y el Mono Burgos, abrazo muy efusivo de dos ex de River. Y es que la herida que ha dejado la marcha de Augusto ha sido notable en un Celta que parece perder fuerza y que intentó, de todas las maneras posibles, frenar la salida de su estandarte. Pocas horas después de la lesión de Tiago, el Atlético ya movía sus hilos y situaba a Augusto como su recambio, a petición del Cholo.

Berizzo no saludó a Simeone por el fichaje de Augusto
Augusto

El club colchonero quería aprovechar la ventajosa situación contractual que presentaba el ex de Vélez y el desliz céltico, al no haber concretado la compra total de los derechos de un futbolista con un peso enorme en la plantilla gallega. El Celta quiso reaccionar, le pidió de primeras al Atlético que no tocara al jugador que cohesionaba la máquina de Berizzo, pero no hubo marcha atrás. El club colchonero tiene últimamente la sana costumbre de contentar las peticiones de su técnico y ni siquiera los ruegos de Berizzo, para que entre bomberos no se pisaran la manguera, pudieron evitarlo. Simeone ya no podía hacer nada, la negociación estaba en curso y era más que evidente que a Augusto le seducía la idea de reencontrarse con él y, sobre todo, de jugar ya la Champions. Quizá también por eso el propio jugador templó ánimos y accedió a la petición céltica de aplazar su salida y disputar el último partido contra el Athletic. Simeone se fue sorprendido de Vigo por no saludarse con su colega.