El Rayo no supo rematar y Bruma rescató a la Real
El conjunto de Paco Jémez se adelantó en dos ocasiones pero no supieron mantener la ventaja. El segundo de la Real, de Bruma, un golazo.
Simetría imperfecta en Vallecas. Imperfecta porque de poco o nada le sirve un punto a un Rayo aún en descenso (sólo para frenar su hemorragia de derrotas ligueras, cinco). Imperfecta porque, pese al generoso resultado, hubo pocos momentos para salvar en un partido gélido hasta el arreón final. Un duelo con más Bruma que niebla y con el resultado más inédito en el Rayo desde que Paco está al frente (16 tablas en estas tres temporadas y media).
Si las necesidades de ambos equipos eran parecidas y su apuesta por el balón se antojaba similar, los goles también resultaron calcados. Los dos primeros se fraguaron en jugadas de estrategia y dos centrales fueron los encargados de cabecear dos medidos centros. Llorente abrió el marcador, con Trashorras como compinche. El defensa madrileño se estrenó como goleador en Primera, con 22 años y 19 choques disputados en la categoría. Un merecido premio para un jugador cuya evolución sólo es comparable a su proyección, uno de los pilares básicos de este Rayo. Sólo doce minutos después contestó la Real. El tiempo que le duró el empuje a los locales. Pardo botó una falta que Elustondo mandó al fondo de la red. El zaguero donostiarra hacía su segundo tanto en el campeonato, otra vez mojó en Madrid (el anterior llegó en el Bernabéu hace un año).
Dos dianas a balón parado, ningún remate más hasta el momento. Los visitantes asfixiaban a los vallecanos con su presión, tan arriba que al Rayo le costaba pasar del mediocampo y con dos disparos, que se marcharon desviados, de Elustondo y Carlos Martínez llegó el descanso. El encuentro estaba ofreciendo una mayor ración de intensidad que de fútbol.
Y como no hay mejor aliño para un soso espectáculo que el gol, los contendientes movieron ficha. De nuevo fue el Rayo quien primero golpeó gracias a una cabalgada de Jozabed, que terminó superando a Rulli y haciendo su quinta diana en Liga, la primera en Vallecas, la que le convierte en el centrocampista con más olfato de cara a portería (más que Raúl García y Parejo, con cuatro tantos). Entonces, la Real reclamó a Mateu un penalti cometido por Zé Castro sobre Jonathas, pero apenas unos minutos después, Bruma ponía el 2-2. Un golazo del guineano con el interior. De nuevo en un córner, de nuevo rematando solo.
Paco decidió mover el banquillo para sacudir al equipo y surtió efecto. Bebé y Manucho encendieron a la grada y apelaron al factor sorpresa. Los movimientos de cabeza del público a una y otra área eran continuos, como si de un set se tratara. Yoel atajó un disparo de Xabi Prieto, mientras la lluvia también aparecía. Bebé y Baena lo intentaron. Un punto para comenzar 2016, un punto para que el Rayo siga colgando en el vacío y la Real no se aleje del mismo.