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366 HIstorias del fútbol mundial | 3 de enero

La “agenda de Escartín” arma de un gran lío (1962)

El informe de Escartín que publicó el diario Marca levantó polvareda en 1962.
El informe de Escartín que publicó el diario Marca levantó polvareda en 1962.

Pedro Escartín fue una figura señera de nuestro fútbol. Había sido árbitro internacional antes de la guerra y luego ocupó diversos cargos en el fútbol. Fue un personaje destacado en el entramado internacional, con amplios contactos, escribió mucho de fútbol en los periódicos (“hay que ocupar el centro y penetrar por las bandas”, decía siempre) y llegó a ser seleccionador nacional con vistas a la clasificación de España para el Mundial de Chile, coas que logró, ante País de Gales y Marruecos. Además de eso, ganó un amistoso a Argentina, en Sevilla, con lo que pudo marcharse satisfecho.

Y dejó en la Federación un informe completo sobre los jugadores seleccionables y el juicio que le merecían. Un análisis en términos sinceros muy distintos de los que habitualmente utilizan los entrenadores para referirse a los futbolistas a sus órdenes. El informe apareció íntegro en Marca, el diario deportivo de la época, y provocó un enorme revuelo. El periódico explicó que Escartín había olvidado su informe en un taxi, y que un redactor del periódico había cogido luego el mismo vehículo y lo había encontrado. Escartín deslizó a sus íntimos otra explicación: del informe obraban copias en la Federación y en la Delegación de Deportes y, según él, sería este último organismo (perteneciente, con el propio periódico, a la Secretaría General del Movimiento) el que lo había entregado. Que él no había perdido nada.

El caso es que el informe fue una bomba por la cruda sinceridad de sus contenidos: Araquistáin: “(…) Tiene aún sus defectos. Su problema son sus nervios. Aún no ha alcanzado la plenitud (…)”. Santamaría: “Este jugador no debe salir del área jamás. Cuando le sacan de ella, como está lento por los años, baja mucho en su rendimiento. No salta en proporción a su estatura, y hay que ponerle al lado a un hombre que remedie esa falta (…)”. Vidal: “No tiene talento ni ve la jugada. Pasa mal. Es mejor para misiones destructivas. (…)”. Pachín: “Puede jugar de defensa en el sistema 4-2-4 (…). No vale en el centro del campo, donde baja mucho, y en el jeugo de ataque no ve el pase”. Del Sol: “Es el jugador más completo, pero peca de retener la pelota. (…)”. Di Stéfano: “(…) Va a acabar destrozado la temporada (…). No puede jugar tres encuentros en ocho días. Conforme. Pero dos, sí. Es el que más siente la responsabilidad. Ha perdido velocidad (...)". Gento-Collar: “Esta temporada está mejor Collar, y con muchas ganas. En Chamartín, contra Marruecos, le aplastó el apasionamiento del público. Gento ha perdido buena parte de su velocidad, que era su mejor arma. Tengo la impresión de que este chico no hace buena vida (…)”.

El lío fue mayúsculo, claro. Y los aficionados se relamieron leyendo y releyendo y discutiendo y rediscutiendo los juicios crudos de Escartín sobre la flor y nata del fútbol español. Todos los que luego fueron al Mundial de Chile, seleccionados por Pablo Hernández Coronado y entrenados por Helenio Herrera, estaban en esa lista. El Mundial no salió bien. En la fase previa caímos ante Brasil y Checoslovaquia (que serían a la postre los finalistas); sólo ganamos a México. Y nos volvimos para casa.