El Hiroshima da la sorpresa y se hace con la tercera plaza
El conjunto japonés remontó con dos goles de Douglas el tanto inicial de Paulinho para el equipo dirigido por Luiz Felipe Scolari.
El Sanfrecce Hiroshima nipón venció hoy por 2-1 al Guangzhou Evergrande chino en el encuentro por el tercer y cuarto puesto del Mundial FIFA de Clubes de Japón 2015 disputado en el Estadio Internacional de Yokohama.
El triunfo de los japoneses supone una justa recompensa para el equipo que más partidos ha jugado en este campeonato y que ha mostrado un fútbol alegre y desacomplejado.
El arranque del encuentro estuvo marcado por los esfuerzos de las aficiones de ambos equipos por contrarrestar el ruido producido por la afición de River Plate, que iba llenando el estadio de cara a la final que a continuación disputaban con el Barça en el mismo escenario.
Con el encuentro apenas iniciado, y tras un saque de esquina defendido con desdén por los nipones, visiblemente cansados tras disputar cuatro encuentros en 10 días y con su liga recién terminada, llegó el gol de Paulinho -su segundo del torneo- al empujar con la cabeza a la red un golpeo en semifallo de Li Xuepeng.
El medio brasileño y sus compañeros dedicaron el tanto al lateral Zhou Zheng, que se lesionó de gravedad en la semifinal contra el Barcelona.
Los japoneses tardaron unos 10 minutos en empezar a sacudirse el empuje inicial chino y a buscar con insistencia al siempre peligroso Hisato Sato, que rozó el gol tres veces.
No obstante, las ocasiones más claras antes del descanso fueron un disparo al palo del lateral chino Zhang Linpeng, uno de los mejores de su equipo durante el "mundialito", y un mano a mano de Marutani que la defensa cantonesa sacó bajo palos.
La reanudación no deparó mucho fútbol hasta que a falta de 20 minutos Douglas remató de cabeza a gol un balón sacado de esquina que se paseó cómodamente entre una muchedumbre en el área china.
Chajima tuvo el 2-1 en un monumental despiste de la defensa de los de Scolari, pero su disparo se marchó a un palmo del palo izquierdo de Li Shuai.
El gol del triunfo nipón llegaría a 7 minutos del final, tras la enésima irrupción de Kashiwa, sustituto de Mikic, y un testarazo de Asano escupido por el travesaño que Douglas empujó nuevamente de cabeza a la red.
Para entonces, la mayor parte del estadio de Yokohama pensaba ya solo en una cosa; la final entre River Plate y Barcelona.