Robinho es el último capricho del poderoso Guangzhou
El brasileño cobra 3 millones de euros por seis meses bajo las órdenes de Scolari. Gasta 90 millones en sueldos y pagó 15 por Paulinho al Tottenham.
No existe un equipo en Asia que pueda compararse en potencial económico al Guangzhou Evergrande, rival del Barça el jueves en las semifinales de la Copa del Mundo que se disputa en Japón. Los actuales campeones de la Champions de Asia se ganaron el domingo el derecho a enfrentarse al conjunto blaugrana al derrotar contra pronóstico al América de México por 2-1 en los cuartos de final.
El Guangzhou, con base en Cantón, era un equipo del montón en China fundado en 1954 que penaba en la segunda división hasta que Xu Jiayin decidió hacerse cargo de los conocidos Tigres del Sur pagando 15 millones de dólares. Desde entonces, ha ganado los últimos cinco campeonatos de la Súper Liga China.
Jiayin es el dueño de Evergrande Real Estate Group, la segunda inmobiliaria más poderosa de China, lo que le convierte en uno de los hombres más ricos del mundo. Según la revista Forbes, posee un patrimonio de 5.400 millones de dólares. Por si el patrocinio de Evergrande no fuera suficiente, el gigante de las ventas por internet Alibaba, se hizo hace pocos meses con el control del 40 por ciento del equipo, mientras que el 60% restante sigue en manos de la inmobiliaria.
La ambición de Jiayin hizo que el Guanhzou empezara a dominar el fútbol de su país y la Champions asiática a base de gastarse el dinero en grandes entrenadores y jugadores. El exmadridista Robinho ha sido la última pieza que ha sumado a su colección.
Robinho llegó este mismo año al equipo cobrando la astronómica cifra de tres millones de dólares por seis meses de contrato. Le ficharon en julio para ganar la Super Liga china y la Champions asiática y ha logrado ambos objetivos. Ahora, se cruzará ante el Barcelona con la moral por todo lo alto después de esos éxitos.
Más madera. Robinho no está solo en el Guangzhou. En el banquillo se sienta nada menos que Luiz Felipe Scolari, que toma el relevo de Marcelo Lippi y de Fabio Cannavaro, que preparó al equipo durante seis meses. Además de ser decisivo en la contractación de Robinho, Felipao se ha hecho con una guardia pretoriana de brasileños de su máxima confianza para sacar adelante al equipo: René Junior, Ricardo Goulart, Elkerson y muy especialmente, Paulinho, al que el conjunto chino fichó del Tottenham pagando 15 millones de euros.
Este dispendio descomunal en fichajes ha llevado al Guangzhou a tener que replantearse en un futuro próximo sus finanzas. El club ingresa 53 millones de dólares, pero sólo en salarios gasta alrededor de 90. Ante esta situación, el club saldrá a bolsa próximamente en una operación de ampliación de capital.