Mandzukic, Sturaro y Zaza dan el triunfo a la Juve en Palermo
El equipo turinés consigue su cuarta victoria de manera consecutiva y se sitúa quinto de forma provisional. Morata salió en la segunda parte.
La Vecchia Signora volvió: tras el desastroso arranque la temporada, la Juve olvidó su crisis con su cuarto triunfo consecutivo en la Serie A, derrotando 3-0 el Palermo a domicilio. Después de una primera parte igualada, los bianconeri lograron los goles en la reanudación con Mandžukic, Sturaro y Zaza, y a la espera de los choques de mañana están lejos seis puntos del primer puesto.
Allegri volvió a salir de inicio con un 3-5-2, cambiando solo dos jugadores del once que batió al City: Evra y Cuadrado sustituyeron a Alex Sandro y Lichtsteiner, mientras que en la delantera actuaron otra vez Mandžukic y Dybala, con Morata que vivió su tercer partido consecutivo como suplente (entró en el 67' sustituyendo al croata). Los conjuntos protagonizaron una primera parte igualada y abierta: la Juve se hizo con el control del balón y creó peligro a balón parado, mientras que los rosanero se aferraron al talento de Vazquez que armaba con clase los contragolpes.
La reanudación parecía empezar con el mismo guion, hasta que volvió a aparecer Mandžukic: el exatlético en los primeros 45 minutos fue el jugador que menos balones tocó (¡porteros incluidos!) pero, como ocurrió ante el City, siempre está listo para aprovechar el más importante. Y en el 55', tras un gran centro de Dybala, el punta batió a Sorrentino con un imponente testarazo que abrió la lata.
A partir de entonces el cuadro torines gestionó el ritmo del partido evitando peligros con un Palermo incapaz de dar la cara y volcarse al ataque buscando el empate. Y, al final, los bianconeri redondearon el marcador con Sturaro, que firmó el 2-0 tras un pase vertical de Pogba, y Zaza, autor del tercer tanto a pase de Morata. Los de Allegri volvieron a mostrar su pragmatismo y mandaron un mensaje muy fuerte a todos los conjuntos involucrados en la lucha por el Scudetto: el campeón sigue vivo.