Oleg Blokhin: “La URSS no me dejó fichar por el Real Madrid”
Blokhin se convirtió en el primer Balón de Oro de la historia nacido en Ucrania (1975). Dos años antes, el Madrid hizo su primer intento (de tres) por ficharle. Nunca pudo venir.
—¿Qué hace Oleg Blokhin tras su etapa como entrenador del Dinamo de Kiev?
—Ahora estoy descansando y me dedico a mi familia.
—Vuelve el Madrid a Ucrania. ¿Cómo recuerda el partido de Copa de Europa en Odessa con su Dinamo de Kiev en 1973?
—Fue un buen partido. El Madrid tenía un gran equipo. Estuvimos a la altura en Odessa y tuvimos muchas ocasiones, pero en Madrid perdimos. Era un equipo muy bueno, aprovecho para mandar recuerdos a aquellos jugadores. Después de esa eliminatoria quisieron ficharme.
—¿Por qué nunca vino al Madrid?
—Pues por el sistema que había en la URSS entonces. No se podían vender jugadores y no nos dejaban salir al extranjero...
—Bernabéu le veía como sustituto de Gento. ¿Le hubiera gustado jugar en la banda izquierda del Bernabéu?
—(Risas) ¡Claro que sí! Había muchos jugadores buenos en el Madrid. Como pasa ahora, compran a jugadores del top mundial. También lo hace el Barça. Hubiera sido agradable.
—Una pena porque fue una oportunidad única...
—Intentaron ficharme en 1973, en 1977 y en 1982... El Bayern también quería ficharme y otros equipos... Yo quería jugar en Europa porque hice mucho por el Dinamo de Kiev. Hubiera sido interesante, pero el sistema no nos dejaba salir.
—¿Pensó en escapar alguna de esas tres veces?
—No podía escaparme, tenía mi familia y todo lo demás... Ni siquiera llegue a pensarlo...
—¿Tan duro era el sistema?
—No quiero comentarlo, en ese tiempo había ese sistema, luego otro... Viví en el malo y en el bueno, no quiero comentarlo.
—¿Qué sensaciones tuvo en el Bernabéu en la vuelta ?
—Había un gran ambiente y nunca olvidaré que cuando la gente estaba contenta levantaba pañuelos blancos en vez de gritar. Fue inolvidable.
—La Supercopa de Europa de 1975 marcó su carrera. Le hizo tres goles al Bayern Múnich en dos partidos.
—Como le venía contando, después de aquellos partidos el Bayern me quiso fichar y me dieron el Balón de Oro. Recuerdo que jugábamos contra un equipo muy bueno con grandes campeones como Beckenbauer, Schwarzenbeck y Gerd Müller. Ganamos, pero yo tuve la suerte de marcar ese fantástico gol regateando a la defensa de Bayern. Me ayudó a ganar el Balón de Oro.
—¿Era más difícil para un jugador de la Unión Soviética ganarlo?
—Era diez veces más difícil por un único motivo: no se transmitían partidos del Campeonato de la URSS y sólo nos veían en partidos internacionales, bien con el club o bien con la selección.
—¿Se acuerda de quién era Sánchez Arminio?
—¿Aquel goleador del Madrid?
—No. Ese era Hugo Sánchez, me refiero al juez de línea que les pitó contra Brasil en el Mundial España 1982.
—(Ríe) Sí. No nos pitó dos penaltis a favor contra Brasil y perdimos 2-1.
—Cuatro años después Bélgica les eliminó en el Mundial de México con un 4-3 y él en la banda...
—¡Sí! Hubo un gol en fuera de juego, pero la decisión la toma el árbitro junto con el línea. Se podría decir que tenían algo de manía a los soviéticos...
—Sánchez Arminio es ahora el jefe de los árbitros en España. ¿Cree que había órdenes para que no ganase la URSS?
—Creo que todos los árbitros se equivocan. Españoles, brasileños, ucranianos... No creo que hubiera órdenes para que no ganásemos.
—¿Siempre quiso dedicarse al fútbol?
—Entrenaba fútbol y atletismo de niño. Mi madre era campeona de la URSS en atletismo y por eso hasta los 16 hacía los dos deportes. Elegí el fútbol porque mi madre me lo aconsejó y eso que ella fue varias veces campeona en atletismo... Y con 17 años debuté con el Dinamo de Kiev, pero en atletismo era bueno también, no se crea.
—¿Cómo de bueno?
—A los 16 años hacía los 100 metros en 11 segundos.
—Volvamos al presente. ¿Qué diferencias ve entre Shakhtar y Madrid?
—Si el Madrid llega con su once de gala y juega al máximo, el Shakhtar lo tendrá muy complicado, aunque están jugando bien en Lviv. Espero que sea un partidazo porque iré a verlo al estadio.
—¿Qué Madrid es más fuerte, el de su época o este?
—(Risas) Es difícil decidirme. Ha pasado mucho tiempo...
—¿Cómo ve al Madrid en este inicio de temporada?
—Ahora ha llegado Benítez, cambia el juego y tiene que ajustarlo. Tiene muy buena delantera y el equipo juega correctamente en el medio del campo, pero hay problemas cuando faltan jugadores importantes como en cualquier otro equipo. A mí por ejemplo me gusta mucho Isco.
—¿Por qué Isco?
—Toma decisiones muy inesperadas como hacía yo en mi época, es muy bueno, me gusta mucho. También Modric. Si falta él hay problemas.
—El Madrid llega con Cristiano. ¿Es el jugador más parecido a usted por la velocidad y la potencia en el juego?
—(Risas) No, en nada. No pueden existir dos jugadores iguales. Cristiano es muy bueno, de los mejores del mundo y por eso cada año él y Messi están nominados al Balón de Oro.
—¿Quien le gusta más?
—El que mejor juegue.
—¿Estaría usted a su altura si jugase en esta época?
—Yo creo que sí.
—¿Cómo ve el fútbol ucraniano? ¿La guerra lo debilitó?
—No es la guerra, sino la situación económica. En cualquier país es así. Donde hay problemas económicos el nivel de fútbol se ve afectado. Por eso en Ucrania igual ha caído el nivel, pero tenemos dos o tres equipos que tienen buen nivel, sobre todo el Dinamo y el Shakhtar.
—Como técnico llevó a Ucrania a su primer Mundial en 2006. ¿En qué se asemeja su método de entrenar al de Lobanovski en aquel Dinamo de Kiev de los años 70?
—El tiempo cambia y los métodos también, pero hay que coger lo mejor de cada uno y avanzar.
—¿Siguió los consejos de Lobanovski en su carrera en los banquillos?
—Sinceramente, creo que no. Algo he cogido de él, pero lo demás es mi visión de juego. Es igual que por ejemplo la visión que tienen Del Bosque o Guardiola. Al final depende de jugadores que tengas y como puedes alinearlos.
—¿Cree que el fútbol ucraniano necesita ídolos como usted, Lobanovski, Belanov o Shevchenko?
—Sí. Aparecerá alguien con el tiempo. Eso esperemos. Sin ídolos va ser difícil que se acuerden de equipos como el Dinamo de Kiev. Dejaríamos de existir.
—¿Cómo se pueden encontrar ídolos entre tanto extranjero?
—¿En el Madrid no hay ídolos? ¿Casillas no lo fue? Hay jugadores extranjeros. Pero también hay españoles, como Iniesta, por ejemplo. Hay jugadores ucranianos y tienen que desarrollarse para dar resultados.