El Valencia va de mal en peor

El Valencia dejó escapar en Gante la ocasión de lograr matemáticamente la clasificación para octavos. Mejor dicho, el Valencia no hizo mérito alguno en Bélgica para ello. Un disparo alto de Parejo, otro de Piatti a la desesperada y sólo uno de Alcácer entre los tres palos (en el 79’). No hicieron nada más los de Nuno, un equipo al que el Gante literalmente asedió hasta el 1-0 obra de Kums (de penalti) y al que después controló sin apenas sufrir en el intento hasta el pitido final. No da con la tecla Nuno, que por juego de los suyos sigue dando argumentos a sus detractores (cada vez más) que tiene por Mestalla y cercanías. Incluso uno diría que de un partido a otro su Valencia se supera y lo hace a peor. 

Alcácer, en el campo, pudo casi hacer lo mismo que Negredo desde el palco. Solo correr. Nada más. Ya lo dijo el hoy espectador de los 30 millones. ¡Qué difícil es ser delantero en este Valencia! Pasar de un área a otra es para el Valencia como conducir en hora punta. Es lento, cansino y desespera. No generó ni una sola ocasión en toda la primera parte. El Valencia, claro. Porque el Gante sí tuvo unas cuantas. Para dar y tomar. Los belgas hicieron honor a su escudo y entraron como indios cabreados. Lo hicieron por la izquierda, por la derecha y también por el centro. El campo fue suyo. 

Suerte que a portería dispararon con tirachinas y no con escopetas. Además, Nuno ha encontrado por casualidad en Jaume a su mejor aliado, un portero al que no puede dejar en la estacada por más que ahora vuelva Mat Ryan. Solo cuando Diego Alves de señales de vida habrá lugar al debate (y por respeto a éste), salvo claro está que Nuno quiera montar otro incendio. Sin esa falta de puntería y la presencia de Jaume, al descanso los de Hein Vanhaezebrouck se habrían marchado con la cabellera, las botas y hasta los calzones de los blanquinegros. 

Ni tras el descanso hubo reacción por parte del Valencia. Al contrario. La segunda mitad por si fuera poco arrancó con una clara mano de Barragán en el área que se encargó de transformarla en el 1-0 desde los once metros Sven Kums, un futbolista que con cinco años menos seguramente estaría en otros menesteres. Entre él y Renato Neto se zamparon a Parejo, Enzo y Javi Fuego, como también Depoitre a Mustafi y Santos o Saief y Foket a Barragán y Gayà. 

Lo peor no era el gol en sí. Lo era que hacía justicia a lo hecho y visto en cada milésima de segundo de juego. El Valencia en el Ghelamco Arena fue un equipo insípido, sin mordiente, nula creación y que no dio signo alguno de tener amor propio ni por aquello de ser la Champions. Nuno no encuentra el camino, cierto, pero tampoco sus jugadores hacen por pillar un atajo cuando los partidos están en marcha. El Gante le ganó por fútbol y también en intensidad. Lo primero es cosa de entrenador; lo segundo, de jugadores. 

Ni Piatti ni André Gomes, los dos primeros recambios del portugués, le cambiaron la cara. Y la solución a la desesperada de Nuno para tratar de rascar algo en Gante fue sacar a un lateral, Cancelo, para jugar de interior. Negredo mientras miraba al móvil. Ni tan siquiera a balón parado llegó a inquietar el Valencia a un Gante que no olvidará la noche de ayer. Histórica para ellos. La de su primera victoria en su historia en Champions. El Valencia sigue teniendo a tiro lograr el billete para la siguiente fase. Con ganarle al Lyon en Mestalla le debe valer. Pero no es ahora sus opciones de clasificación lo que debe preocuparle a Nuno y sus jugadores.