Sito Riera, el español que le disputa la liga al Astana
El hermano de Albert Riera milita en el Kairat: “Y el domingo nos jugamos todo el año...”. Describe el fútbol kazajo: "Tienen mucha voluntad y corren muchísimo: son duros".
Si alguien conoce bien al Astana, ese es Sito Riera (Manacor, 1987), el único español que ahora mismo juega la Liga Premier de Kazajistán. Y lo hace, además, en el Kairat, el equipo contra el que este fin de semana se jugará la liga el hoy rival del Atleti. Por eso, Sito entiende que el técnico Stoilov haya viajado al Calderón sin ocho jugadores habituales (y seis titulares fijos). Lo resume una frase: “¡Es que el domingo nos jugamos el trabajo de todo el año!”. Mejor no arriesgar con el cansancio que pueda suponer un vuelo España-Kazajistán.
Sito lo del fútbol lo lleva en la sangre. Su apellido lo deja bien claro: Riera. Sí, hermano de Albert. En Kazajistán desde junio de 2014, es quien hoy en día mejor puede contar al Astana. “Los kazajos lo mejor que tienen es la voluntad. Corren muchísimo, trabajan y son duros físicamente”, comenta y señala a sus jugadores con más peligro: “El colombiano Cañas (que no ha viajado), el serbio Maksimovic (que tampoco) y los africanos Foxi y Kabananga (que sí). No juegan mal al fútbol, la verdad”.
Aunque Sito cuenta que lo que más impresiona del Astana no ha viajado con ellos a España: es su estadio, el Astana Arena. “Lo han montado muy bien. Jugar allí impresiona”, dice y revela dos cosas que llaman la atención: la primera es que sus gradas suelen estar medio vacías (“Es el único club sin afición propia”) y la segunda, que la hierba es sintética, “y el control del balón cuesta más”. Tiene explicación: un césped natural no resistiría los 50 grados bajo cero a los que Astana llega en enero. “La llaman La Dubai del invierno porque es la segunda capital más fría del mundo (tras Ulán Bator, en Mongolia). Y es muy europea, pero la vida no resulta fácil: o la gente es muy, muy rica o muy, muy pobre. No hay clase media”. Los salarios son bajos: de media, calcula, unos 350 euros al mes, pero un café cuesta como en España. “O más: dos euros”.
Sito, que fue canterano culé y jugó en el Barça B de 2005 a 2007, aún no sabe kazajo (“es un idioma muy complicado”), pero se entiende en ruso con sus compañeros: “Antes de llegar aquí, jugué en Ucrania dos años (Chornomorets Odessa) y lo aprendí”. Y explica que en Kazajistán gustan los deportes de contacto (“El boxeo lo que más: puedes llegar a ver a niños de tres años haciendo guantes en la calle”), pero que el fútbol también gusta. Mucho. Y es emergente. “Los clubes están apostando, desde hace dos años, en fichar a jugadores europeos para hacer crecer su liga”. Jugadores como él, que el domingo se la juega ante el Astana, rival hoy del Atlético. Y, como los rojiblancos, lo tiene claro. Sólo vale una cosa: ganar, ganar o ganar.