Rakitic descongeló Borisov

En un partido de esos en los que un cronista pagaría lo que fuera por contarlo desde la televisión y no desde el estadio, el Barcelona solventó el duelo ante el BATE Borisov gracias a la resurrección de Rakitic, que empezó como suplente y marcó los dos goles de un Barça que con este triunfo (0-2) empieza a ver claro el camino hacia los octavos de final de la Champions League.

El encuentro no fue bueno, es más, la primera parte fue insufrible. A la poca calidad de los locales se sumó un Barça que nunca se sintió cómodo en el escenario. Ya fuera por el frío, por el empuje de los aficionados locales, por las bajas o por la lesión de Sergi Roberto al cuarto de hora de partido, el caso es que a los de Luis Enrique les costó mucho entrar en acción a pesar de la manifiesta superioridad técnica de los catalanes respecto a los bielorrusos.

La peor noticia para los barcelonistas fue la lesión de Sergi Roberto, que deja a Luis Enrique bajo mínimos en lo que respecta a centrocampistas. En su lugar salio Rakitic, que en sus últimas actuaciones había dejado claro que le pesaban las piernas y que necesitaba un descanso. El día elegido para descansar y cargar pilas era el duelo en Bielorrusia, pero la desgracia le obligó a comparecer en el campo y su entrada fue clave para desequilibrar un partido que derivaba peligrosamente hacia la narcolepsia.

Tras una primera parte en la que el Barça mantuvo a los locales alejados de su portería, esta vez defendida por Ter Stegen, y en la que los blaugrana crearon únicamente peligro mediante jugadas a balón parado, el croata apareció en la segunda parte para solventar el duelo.

Un tremendo disparo desde fuera del área y un uno contra uno ante el portero rival, ambos tras jugada de Neymar, sentenciaron un partido que no pasará a a historia, pero en el que los puntos valían su peso en oro.