La Juventus llega a Madrid cargada de fe y no se encerrará
Allegri advierte a sus jugadores para el partido ante el Madrid: “Si sólo nos defendemos, sería un suicidio”. Lippi: “Veo señales muy positivas en esta Champions para la Juve”.
La Juventus aterriza hoy en la capital (17:45h.) instalada en el estado de optimismo. Muy al contrario que en el Madrid, en sus filas no hay ningún debate abierto. Nada que pueda desviar la atención del objetivo. El viento fuerte y a favor que empuja a la Vecchia Signora (hasta sus dirigentes presentaron ayer las cuentas de los tres primeros trimestres, con beneficios) ha traído incluso a Pogba, que será titular. Y Allegri ha aprovechado la inercia para mandar un mensaje claro a sus jugadores: “Salir a defender en el Bernabéu, encerrarse, es un suicidio”. Lo ha repetido cada día desde el partido de Turín. Y sus jugadores han aprendido la lección: Chiellini (“El Madrid pudo meterle al Valencia diez goles, no vamos a jugar al 0-0”), Marchisio (“La idea es intentar marcar”), y Pirlo (“Intentaremos hacer un buen partido”) han esbozado el mismo discurso en público. Vidal fue más agresivo: “Daría todo por marcar en el Bernabéu”.
Poco a poco se confirma que Allegri pondrá un 4-3-1-2. Los tres centrales están descartados. Sólo los pondrá si la Juve marca (ver gráficos). Es admirable cómo el técnico ha dado la vuelta a una situación que cuando llegó a la Juve le era muy adversa. Los tifosi le recibieron con abucheos y al grito de “¡Conte, Conte...!”. No encajaron bien que se fuera el que ahora es seleccionador italiano, un mito como jugador juventino y un maestro de los discursos emotivos: sus arengas a los jugadores en el vestuario solían circular por las redes sociales. Por contra, y aun habiendo ganado una Liga con el Milán, Allegri llegó sin más bagaje que haber salido por la puerta de atrás del club lombardo. Pero ahora es el auténtico héroe de la Juve, que está a un paso de hacer historia. La entidad ganó su última Champions (sólo tiene dos) en 1996. El entrenador era Lippi, que ayer salió a respaldarle: “Veo señales muy positivas en esta Champions. Y en el fútbol, las señales son importantes. Yo gané la Liga y la Copa en mi primera temporada (1994-95). A la siguiente, la Champions. Allegri me puede superar. Tiene la Liga y puede ganar la Champions. En el 96, cuando la levantamos, también eliminamos al Madrid (en cuartos). Y la final es en Berlín, como la del Mundial de 2006 (que ganó Italia). Sí, son señales positivas...”.