La intrahistoria
Luis Suárez: dos meses y dos días sin anotar de visitante
La última vez que el uruguayo mojó fue el 25 de noviembre del año pasado en Nicosia. El Barça goleó al APOEL (0-4) y las sensaciones fueron “inmejorables”. Pero ahí se quedó.
Necesita algo de cariño Luis Suárez. Anda feliz, pero peleado consigo mismo. Desde hace más de dos meses que no anota un gol lejos del Camp Nou y la ansiedad va consumiéndole por dentro. La última vez que mojó fue el 25 de noviembre del año pasado en Nicosia. El Barça goleó al APOEL (0-4) y las sensaciones fueron “inmejorables”. Pero ahí se quedó. Pese a tener opciones claras en todos los choques que participó, el uruguayo hizo crecer las críticas fuera del vestuario, aunque tanto su círculo íntimo como sus compañeros solo tienen palabras de elogio para el uruguayo.
“Tranquilo, que la suerte cambiará”, ha escuchado más de una vez, aunque para un goleador como él no hay consuelo posible. Vivió el triunfo del equipo en Elche (0-6) desde el banquillo, divirtiéndose al lado de Dani Alves, pero comprobando cómo Neymar y Messi se buscaban y se encontraban siempre que se lo proponían.
Mañana tiene una nueva oportunidad. A muchos kilómetros de casa, cierto es, al equipo le cuesta encontrar espacios. Al menos en los que él participó. Corre, pelea y presiona, pero no golea y eso a él le tiene comido por dentro. Aseguran que no le pesan lo 81 millones que el Barça abonó en la cuenta corriente del Liverpool el pasado verano, pero sí que le escuece el comprobar que la aclimatación futbolística está siendo más costosa de lo que creía.
“Siempre es difícil frenar y marcar a Suárez. Todo aquel que juega sabe lo que puede pasar dentro campo. Fuera quedó todo bien. Le aprecio mucho. A pesar de que nos conocemos poco, hay un cariño grande. Acabamos abrazados y le pedí disculpas. Quedó todo en el campo”, afirmó ayer José María Giménez, central compatriota de Luis que en el partido de Liga disputado en el Camp Nou (3-1) acabó abroncado e insultado por el delantero culé. “Suárez juega al lado de dos grandes futbolistas que son iguales o mejores que él”, prosiguió el zaguero haciendo referencia a Messi y Neymar. “La gente es libre de opinar. Luis es un gran jugador y lo demuestra. Aunque no haga goles, asiste y pelea. El gol a veces llega por quién lucha el balón. Es injusto que se le recrimine”, remarcó Giménez, ayer en un acto organizado por Canal +.
Desde un primer momento, Suárez supo lo que buscaba en Barcelona. Se decidió por Castelldefels y hace unas semanas rubricó en un despacho notarial de la población costera la compra de una casa situada a pocos metros de la que habitan los Messi, aunque Leo va y viene de otra que posee en la zona alta de Barcelona.
Para Luis Suárez el partido de mañana no será uno más. Será una prueba en un gran partido, con un ambiente caliente y con el Barça, como siempre, buscando el gol. Cuenta con la confianza de todos y el elogio hasta de los rivales, pero eso no le vale. Dos meses sin celebrar lejos de casa son muchos.