Un Barcelona en racha y un Atlético que llega avisado

De vez en cuando, esta Copa del Rey ofrece al espectador emociones que están muy por encima del nefasto sistema de competición que la rige. Un sistema que convierte el 75 por ciento de los encuentros del campeonato más antiguo de España en trámites insufribles a horas intempestivas sin apenas emoción en los lances debido a la diferencia de calidad entre los rivales. Por si eso fuera poco, el sistema de doble vuelta prima a los grandes ante los modestos evitando cualquier sorpresa en las primeras rondas. No obstante, hay días que justifican toda la Copa, dejando la final a un lado, por supuesto. Hoy es uno de esos días. El Camp Nou acoge esta noche un partidazo de campanillas: Barcelona-Atlético de Madrid. Tomen asiento, que el espectáculo promete.

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Hay muchas y recientes cuentas pendientes que resolver esta noche en el Camp Nou. El Barcelona, tras quedarse colgado de una ramita en un precipicio tras visitar Anoeta, ha resurgido como equipo con una fuerza inusitada. La limpia que ha llevado a cabo Bartomeu unida a la milagrosa (por la recuperación) gastroenteritis de Messi han devuelto la sonrisa al pueblo culé. La reconstrucción del Barcelona, precisamente comenzó ante el Atlético hace exactamente 10 días. A costa del equipo del Cholo, el Barcelona volvió a reconstruir su relato en torno al balón y la solidaridad y, por si fuera poco, aquel día marcaron los tres gigantes de la delantera.

Pero es justo reconocer que esa victoria supone también un arma de doble filo. El Atlético patinó el 11 de enero en el Camp Nou, especialmente en una primera parte en la que fue un equipo absolutamente desconocido, pero es de suponer que habrá sacado conclusiones de una experiencia tan reciente.

Simeone no es un técnico que deje cabos sueltos y parece claro que esta noche en Barcelona el Atlético puede fallar en algunos aspectos, pero jamás en los mismos que falló en el partido de Liga. El Barça está en clara progresión, pero el Atlético acude avisado a la cita. Y una vez visto como se desenvuelve el conjunto colchonero en los duelos a doble partido, hará bien el Barcelona en no fiarse de las sensaciones que dejó la última visita del campeón de Liga en su estadio. Un triunfo que supuso un alivio para el Barça, que llevaba seis partidos sin derrotar a los atléticos, y un desafío para los del Cholo. A pesar de que los rasguños de la última batalla aún son visibles, especialmente en el tobillo de Neymar, será difícil que hayan muchas sorpresas en el partido.

Cartas marcadas. Dejando a un lado el cambio de porteros, que apenas tuvieron incidencia en el último enfrentamiento, lo más probable es que los equipos titulares de ambos conjuntos se parezcan bastante a los de la última vez. Si acaso, el Atlético es el que más variantes puede aportar al dar entrada a Siqueira, Miranda y a Fernando Torres, verdugo del Real Madrid en octavos. Mandzukic podría quedarse en el banquillo, con el Niño y Griezmann prestos a ganar la partida por velocidad a la contra.

En el Barcelona, Luis Enrique parece haber encontrado un camino y una alineación estable y parecería una temeridad hacer cambios cuando parece que la maquinaria empieza a funcionar. La declaración del asturiano asegurando que lo que le importa es ganar el partido a toda costa y potenciar al trío ofensivo prometen una eliminatoria apasionante.