VALENCIA 2-ESPANYOL 1
La plantilla del Espanyol no ve penalti en el 2-1 del Valencia
Álvaro cree que "no fue", Pau afirma que no puede quitar el pie en el que tropieza Alcácer y Sergio García apela a la vuelta: "Que la gente venga a apoyar, lo daremos todo".
La acción que concede desventaja al Espanyol para la vuelta de octavos de Copa, el discutido penalti de Pau López sobre Paco Alcácer que desembocó en el 2-1 del Valencia, este miércoles, todavía sobrevuela en el entorno perico. Y más cuando Undiano Mallenco ni siquiera amonestó al portero, dejando entrever que no tenía claro qué infracción había sancionado. Quien sí vio amarilla fue Álvaro González, quien tras el encuentro aseguraba que “no es penalti. Son ganas de pitarlo. Imagino que la amarilla es por protestar porque yo no toqué a nadie. Se lo tuvo que decir el línier, aunque el árbitro me miró a mí desde el principio”.
El central lamentó igualmente que “el resultado es totalmente injusto, lo merecido hubiera sido una victoria del Espanyol. Pero las decisiones a la mínima te hacen daño”. Aun así, prosiguió, “tenemos muchas opciones de remontar en Cornellà y eso es lo positivo”. Por su parte, el teórico autor de la pena, Pau, argumentaba que "el penalti me lo pita a mí y es el asistente quien lo señala. Al caer, levanto el pie izquierdo por inercia y Paco se tropieza. No lo puedo quitar, por lo que creo que no es penalti. Es interpretable, aunque yo no lo pitaría". Y añadió: "Es una jugada muy complicada, pero Undiano no sabía lo que había pasado". Aun así, admitió que "ahora nos queda una vuelta bonita". Tampoco el capitán, Sergio García, vio la pena máxima: “No creo que sea una jugada para pitar un penalti. Ese final nos dejó mal sabor de boca, pero el equipo dio la cara, estuvo bien, y jugando la vuelta como en Mestalla seguro que tendremos opciones”.
“La gente seguro que está ilusionada con esta Copa y hay que aprovechar el momento. Podemos estar en la próxima ronda. Que vengan a apoyar, que nosotros lo daremos todo para estar en la próxima ronda”, subrayó Sergio, como llamamiento a la afición perica. Y el presidente, Joan Collet, destacó en esa línea que “la gente quiere luchar por cosas bonitas, por objetivos, y el próximo martes lo tienen. Así que ya deberán valorar si quieren quedarse en casa o ir al estadio”, sentenció.