Néstor Ortigoza, el lanzador de penaltis infalible

Néstor Ortigoza (30 años) lleva 27 penaltis transformados de 28. Es un lanzador infalible. Cuenta que siendo un adolescente se jugaba el pan de su familia en apuestas clandestinas de penaltis. En la villa de Merlo, un suburbio argentino, el pequeño Ortigoza se ponía desde los 11 metros y se jugaba 10 pesos. Llegaba a ganarse hasta 1.000 pesos. Esa virtud que tenía para lanzar penales no pasaba desapercibida entre matones y mafias que apostaban por el pequeño muchacho con una pistola desde la banda. Eso era presión. “Cuando te jugabas el pan de tu familia sí sientes presión, no ahora en un campo de fútbol”, comenta el futbolista.

Hoy en día es famoso por su extraordinaria habilidad de ejecutar los penaltis. Corre lentamente hasta el balón sin dejar de mirar al portero. Cuando ve que éste se va a tirar a un lado es capaz de lanzar la pelota hacia el otro costado en décimas de segundo. En su haber están los dos penaltis más importantes de la historia de San Lorenzo. El 1-0 que dio la Libertadores ante Nacional y el penalti que salvó en la promoción a Segunda hace dos años. Néstor Ortigoza no entiende de presión. San Lorenzo podría llevarse un millón de euros más si gana el Mundialito. Ahora ninguna mafia le mira desde la banda sino miles de espectadores y cientos de cámaras. Ni Casillas le asusta…