Ochoa mide a Víctor Fernández

En dos semanas de triple enfrentamiento entre Málaga y Deportivo se ha hablado muy poco de fútbol. El conjunto malagueño, en los partidos consecutivos que se jugaron en Riazor (Copa y Liga), fue el convidado de piedra a una situación muy desagradable. El pasado lunes se escucharon gritos en Riazor pidiendo la dimisión del presidente, Tino Fernández, procedentes de Riazor Blues y que fueron acallados por el resto de una afición que sólo quiere hablar sobre deporte. El deportivismo respiró con alivio gracias al gol de Fariña al Elche que le sacó del descenso y, de paso, dio oxígeno al muy cuestionado Víctor Fernández que, de momento, resiste pero que esta noche volverá a ser mirado con lupa.

El Málaga parte con ventaja en este encuentro de vuelta de la Copa del Rey por el valor doble del formidable gol marcado por Ignacio Camacho. Pero, como bien dice Javi Gracia, en el torneo del KO no se notan las diferencias de la Liga (el Málaga aventaja al Deportivo en 14 puntos) y sólo hay 90 minutos (o el posible añadido de una prórroga) para corregir errores. En el equipo malagueño volveremos a ver al Memo Ochoa bajo palos mientras se esperan noticias sobre el presunto interés del Liverpool en el mexicano; Amrabat, que regresa a la convocatoria tras cinco partidos de ausencia, tendrá minutos. Igual que Salomão en el Depor, que regresa tras haber superado una lesión de cruzados que le ha tenido nueve meses apartado de los terrenos de juego. De las clásicas ‘rotaciones coperas’ una cosa es segura: se van a librar Rosales y Samuel García por parte local y Luisinho en los coruñeses. Los tres cumplirán en Liga su partido de sanción por acumulación de amonestaciones. Oportunidad para gente como Cuenca o Hélder Postiga, de quienes se espera bastante más de lo que han dejado ver hasta ahora.