Michael García: “Luchar contra la cultura de la FIFA es imposible”

El exfiscal norteamericano Michael García dimitió ayer como investigador del Comité de Ética de la FIFA después de que la organización no atendiera su reclamación contra el juez alemán Joachim Eckert, quien hizo una interpretación “sesgada y tergiversada’ del ‘Informe García’.

García fue contratado por la propia FIFA como investigador independiente para esclarecer si hubo irregularidades en la elección de Rusia y Qatar como sedes de los dos próximos mundiales. Tres años después de su fichaje y tras completar un informe de 430 páginas en el que aporta el testimonio de 75 testigos, Michael García ha presentado su renuncia porque “luchar contra la cultura de la FIFA es casi un imposible”. “Durante los dos primeros años después de mi nombramiento como presidente independiente del órgano de instrucción del Comité de Ética de la FIFA, en julio de 2012, sentí que el Comité de Ética estaba haciendo un progreso real en la aplicación de la ética en la FIFA. En los últimos meses, eso cambió”, se extendió el exfiscal en un comunicado.

La noticia se ha producido justo el día antes de que comience en Marruecos el Comité Ejecutivo de la FIFA en el que se debe discutir si el ‘Informe García’ debe ver la luz íntegro, sin censuras. El presidente de la organización, Blatter, dijo estar “sorprendido” por la dimisión de Michael García, pero lo dijo con cara de alivio. No parece muy preocupado, al revés.

En la práctica, lo sucedido hace casi imposible que el ‘Informe García’ se publique tal y como fue redactado. Al menos de forma oficial. Porque la renuncia del norteamericano abre la puerta a otras posibilidades.

A Michael García aún le quedaría la opción de recurrir al Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS), pero ha rechazado esa vía porque “ningún comité de gobierno independiente, investigado o panel de arbitraje puede cambiar la cultura de una organización”. También denuncia en su comunicado que “la falta de liderazgo en estos temas dentro de la FIFA me conduce a la conclusión de que mi papel en este proceso llega a su fin”. Resumiendo: ve a la FIFA sin ninguna gana de abrir las ventanas para que corra el aire. Y ante ese panorama, se rinde y se marcha.