Están en juego la imagen del club y permanecer en Europa

El Athletic se juega más de lo que parece en Lviv, la bella ciudad en la que está desterrado el Shakhtar por la cruenta guerra que sacude a Donetsk. Cerca de la frontera con Polonia y a más de mil kilómetros del fuego cruzado, los de Valverde ponen sobre la mesa su imagen y continuidad continental. No han ganado aún en la fase de grupos de la Champions y su batalla radica en quedar por delante del BATE para colarse en dieciseisavos de final de la Europa League, un torneo en el que hace tres años ya demostraron con Bielsa que pueden dar el callo.

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Luego está lo económico. Vencer hoy al compacto Shakhtar de Lucescu otorgaría un millón, que sumado al de la supuesta victoria ante los bielorrusos arreglaría un poco el cuerpo antes de seguir ingresando sus buenos euros en el segundo torneo. Las cuentas son muy claras: el Athletic corre riesgo de quedar hoy eliminado, premisa que se daría si el BATE gana al Oporto a puerta cerrada sin público en Borisov y los leones no derrotan al escuadrón brasileño de Luiz Adriano, Douglas, Teixeira y Taison. En cambio, si los rojiblancos vencen en el Lviv Arena y los de Lopetegui también, a los leones les bastará el empate en el cierre de San Mamés ante su rival directo.

Txingurri ha enderezado el rumbo del Athletic en la Liga y no querrá que se consume un fracaso esta noche. No es cuestión, con lo que ha costado, de que reaparezcan las dudas. Es mejor pensar que los rojiblancos han caído por un mes nefasto y quedan tres frentes abiertos para hacer grandes cosas. El técnico se plantea no hacer grandes cambios. Reservará a Aduriz y Laporte. Viguera será el nueve.