Un Liverpool lleno de dudas visita al colista de la Premier

A tres días de medirse al Madrid, el Liverpool visita al colista de la Premier League, el QPR, envuelto en un mar de dudas. El efecto Gareth Bale que sacudió al Tottenham la pasada temporada tras su salida al Madrid ha golpeado a los reds en este inicio de campeonato después de la venta de Luis Suárez. Rodgers fichó nueve jugadores para amortiguar el golpe, pero lo que era un equipo sólido y candidato al título (luchó hasta la última jornada por la Premier) es hoy un puzle a medio hacer.

Ni el controvertido Balotelli (un gol desde que llegó por 20 millones procedente del Milán) ni el veterano Lambert (cero goles) han conseguido borrar la sombra del uruguayo. Y, para colmo, el escudero de Suárez durante el pasado año, Daniel Sturridge, vive un calvario con las lesiones. Tras un mes de baja, el viernes, cuando ya afilaba los colmillos para la cita ante el Madrid, sufrió una recaída y se perderá no sólo el duelo de hoy ante el QPR sino también los dos encuentros de Champions contra los blancos.

Así, únicamente el prometedor Sterling está dando la cara en un inicio de temporada con tres victorias en siete partidos. Además, Lovren, Sakho, Allen y Can acuden a Londres entre algodones. De esta forma, Rodgers sigue buscando la fórmula del éxito y un esquema para hacer olvidar a Luis Suárez, que (sirva como ejemplo su importancia) en la última visita del Liverpool a Loftus Road hizo dos goles y lideró la victoria red por 3-0.

Aquellos eran otros tiempos, pero lo cierto es que justo antes del parón de selecciones los reds vencieron al West Brom y hoy visitan al rival propicio para confirmar la mejoría y despejar los nubarrones. Porque si el Liverpool ha comenzado mal, el recién ascendido QPR lo ha hecho aún peor. Suma cinco derrotas, llega con el técnico Harry Redknapp en el alambre y tras sólo siete jornadas ya suena como favorito para volver al infierno de la Segunda. Además, la última vez que el Liverpool visitó Loftus Road, hace dos temporadas, venció 3-0. No obstante, eran otros tiempos...